Los migrantes poblanos que carecen de la documentación para acreditar su estancia legal en Estados Unidos y aquellos que cuentan con una identidad falsa o están usando la de otra persona, están viviendo momentos complicados ante el miedo a la deportación.
De acuerdo con estimaciones de la Fundación Pies Secos, organización que brinda apoyo a indocumentados, más de un millón de poblanos se encuentran viviendo en el país vecino del norte sin “papeles”, es decir, ingresaron de manera irregular.
Por el momento, es complicado saber cuántos migrantes están viviendo en medio del miedo y el temor a ser detenidos; sin embargo, parte de ellos, ya comienzan a pesar dos veces si acuden a trabajar ante posibles operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) de Estados Unidos.
Por ahora, la información que circula entre la comunidad migrante es que el ICE centrará los esfuerzos para realizar redadas en tres ciudades cada semana y la meta es detener a mil 200 migrantes irregulares de cualquier nacionalidad.
Al concluir los primeros 15 días de la gestión de Donald Trump, algunas ciudades en las que se tienen registros de operativos contra los migrantes son Chicago, Nueva York y Aurora, un suburbio de Denver, en el estado de Colorado.
Por ahora, dentro del territorio norteamericano, agentes del ICE están distribuidos en 25 oficinas por todo el país con el objetivo de detener a migrantes que se encuentren en situación irregular. Los primeros días de la gestión de Donald Trump se caracterizan por amenazas y por operativos contra los migrantes.
Por ahora, Trump está cumpliendo con lo que expresó en su discurso de toma de posesión del 20 de enero, fecha en la que anunció la declaración de “emergencia nacional” en la frontera sur de su país y el envío de militares a la zona para buscar detener el paso de migrantes sin papeles desde México.
Por ahora, los poblanos que están en riesgo de ser deportados a territorio mexicano son aquellos que enfrentan algún proceso legal y, al menos, se tiene un registro de 120. A pesar de todo, los migrantes están superando su miedo y seguirán arriesgándose para mandar remesas a sus familias.