Mujeres migrantes, las más vulnerables

Ciudad de México /

Los migrantes forman parte de uno de los grupos de población más vulnerables ante la violencia y las violaciones a los derechos humanos. Las mujeres enfrentan un doble riesgo por su propia condición de ser mujer y, al mismo tiempo, porque son inmigrantes. Las mujeres migrantes enfrentan el riesgo de ser violadas, humilladas y explotadas en su recorrido hacia Estados Unidos en busca de reencontrarse con su familia o de conseguir un trabajo para mejorar su condición de vida.

Si llevan a sus hijos, el dolor es mayor, porque saben que sus vidas están en riesgo ante la operación de redes delictivas que intentan reclutar a personas para obtener ganancias o mano de obra para sus prácticas. La situación de las mujeres migrantes es complicada y, sin duda, ninguna autoridad local les garantiza un trato digno, ni mucho mes, seguridad en su paso por los diferentes territorios en busca de llegar a Estados Unidos.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a lo largo del año 2020 que estuvo enmarcado por la pandemia de covid-19, las mujeres representan casi la mitad de la población mundial de migrantes internacionales.

De los más de 135 millones de personas que forma parte de la población migrante, 48.1% por ciento son mujeres. En el caso de América Latina y el Caribe, las mujeres representan más de la mitad de la población migrante, 50.8 por ciento.

La OIM advierte que, en América Latina, las estructuras de desigualdad sobre las que se construyen las relaciones sociales impactan en la migración femenina. De forma adicional, la integridad de las mujeres está en alto riesgo.

La situación para las mujeres en América Latina es muy difícil porque su realidad está enmarcada por un contexto de violencia y pobrezas; además, la brecha salarial y el desempleo aumentó en el contexto de la pandemia. En la mujer migrante, la falta de oportunidades y las desigualdades económicas en sus países de origen, conforman parte de los factores que la obligan a dejar su lugar de origen para buscar mejores alternativas de vida.

Entre las migrantes, una parte importante revela que la violencia de género que vivía en sus hogares, fue una de las razonas que la llevó a escapar, ya no existía ninguna otra alternativa para sobrevivir.

Ante un contexto de violencia y violaciones de derechos humanos, es urgente que comience la construcción de una nueva realidad que se base en el respeto hacia las mujeres. El camino es largo y la tarea por delante es enorme; sin embargo, es momento de comenzar para construir una mejor sociedad.

jaime.zambrano@milenio.com

  • Jaime Zambrano
  • Reportero de deportes
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