Las familias poblanas recibieron a lo largo del año 2023 un monto histórico por concepto de remesas, más de 3 mil 144.8 millones de dólares, unos 56 mil 606.4 millones de pesos a un tipo de cambio de 18 pesos por dólar.
A partir de los registros del Banco de México (Banxico), el ingreso de remesas representó un monto histórico, toda vez que rebasó los 2 mil 773.7 millones de dólares que ingresaron al estado en el año 2022.
Cada año, los migrantes poblanos están haciendo historia enviando remesas a sus familias por montos nunca vistos. El reto ahora es que los recursos se traduzcan en proyectos productivos, es decir, que sean capital semilla para el desarrollo de más acciones en apoyo a las comunidades de origen.
Por ahora, las remesas en las comunidades se colocan como referentes para que una mayor cantidad de personas de todas las edades, vean a la migración como el camino para obtener recursos.
En la actualidad, toda persona que migra se coloca en las comunidades expulsoras a la altura de ejemplos para que los más jóvenes piensen que salir en busca del llamado “sueño americano” es la única alternativa para mejorar las condiciones de vida.
Por ahora, la mayor cantidad de recursos que llegan vía remesas se destinan para bienes de consumo y servicios, situación que reactiva las cadenas productivas locales y diferentes negocios particulares; sin embargo, se podrían multiplicar los beneficios.
En su momento, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval) destacó la importancia del Programa 3X1 para Migrantes, el cual, ahora se encuentra olvidado. El objetivo del esquema es que las remesas se multipliquen con recursos públicos para el desarrollo de las localidades seleccionadas por los propios migrantes a través de proyectos que mejoren la infraestructura social básica, complementaria y productiva.
Con programas como 3x1 y el desarrollo de nuevos esquemas en el que participen los diferentes sectores de la sociedad, es fundamental que las familias que reciben recursos por concepto de remesas de sus familiares que trabajan, en su mayoría, como migrantes indocumentados en Estados Unidos, se traduzcan en proyectos productivos y se multipliquen los beneficios.