En nuestro país, donde las brechas económicas y sociales son muy profundas, el papel conjunto del sector privado y la sociedad civil es crítico para el desarrollo de la nación, y hacerla más equitativa.
Por ello, toda empresa responsable debería también ocuparse en fortalecer a las comunidades y mejorar la calidad de vida de sus habitantes; así, estas no solo contribuyen al bienestar social, sino que también generan un entorno más propicio para sus negocios.
Nacional Monte de Piedad nació con esa característica, pues desde su fundación hace 250 años, se constituyó bajo tres mandatos fundamentales dictados por Don Pedro Romero de Terreros:
- Ayudar a quien lo necesite a través del préstamo prendario;
- Ser perpetuos; y
- Ayudar a otras instituciones con los recursos que no se requieran para lo primero ni para lo segundo.
Estos tres principios han permitido que la institución asistencial opere sobre los más rigurosos estándares de las empresas privadas, y en ello ha encontrado un acertado balance entre la rentabilidad que requiere para ser perpetua, y los dos mandatos que conllevan un importante y positivo impacto social.
Aquellas empresas que quieran tomarse en serio la responsabilidad social pudieran encontrar en este modelo, un ejemplo de cómo pueden conciliar, por un lado, la legítima búsqueda de la utilidad y por el otro, la adecuada inversión social.
En este ejemplo, el diseño del gobierno corporativo, la profesionalización de sus mandos en todos los niveles y la solidez de la estructura organizativa, son elementos que han marcado una diferencia tangible en la capacidad de generar un impacto positivo en la sociedad.
Además, las Organizaciones de la Sociedad Civil que buscan maximizar su impacto social, podrían encontrar en esta institución prendaria un modelo interesante, del cual servirse para crecer y fortalecer sus capacidades.
Sé que el compromiso de la institución con el desarrollo sostenible de México seguirá siendo un pilar fundamental. Estoy cierto de que cada día colaborará más con empresas y organizaciones sociales para llegar a impactos relevantes y significativos, pues la misión de seguir construyendo un México más justo y equitativo está, confío, en las mejores manos.