En el Poder Judicial, como recordará, está pendiente de resolver si se permite la comercialización de equipos de la empresa Roku en México, cuya venta fue prohibida porque esos dispositivos permiten el acceso ilegal a contenidos audiovisuales protegidos por las leyes de propiedad intelectual.
La posición que se ha sostenido es que debe haber un combate a la piratería, frontal y sin tregua; en ningún momento se está en contra de que empresas tecnológicas extranjeras vengan a invertir y a desarrollarse, lo único que se busca es que respeten los derechos de autor y que haya una competencia efectiva.
Esta ponderación de derechos debe ser razonada por el Poder Judicial, y esperemos que en ella prevalezca la certeza de que debemos aspirar a una protección amplia y efectiva de los derechos de autor; tal convencimiento dará las garantías necesarias para evitar desincentivar a la industria de contenidos audiovisuales.
Muestra de un combate decidido a la piratería audiovisual son las acciones llevadas a cabo recientemente en Argentina y Chile, según destaca la Asociación Internacional de Radiodifusión.
En Buenos Aires fueron allanados 10 domicilios y se incautaron diversos dispositivos utilizados para distribuir televisión de paga, internet y telefonía de manera ilegal; una de las empresas afectadas reportó un perjuicio económico de 220 mil dólares.
Mientras, en Chile se desmembró una organización criminal que retransmitía contenidos por internet de manera ilegal, a partir de una querella presentada el año pasado por Fox Networks Group Latin America; tenían una cartera de más de 50 mil cuentas de usuarios ubicados en ese país, Argentina y Ecuador.
En el operativo fueron incautados miles de dispositivos IPTV ilegales y decenas de servidores que se utilizaban para retransmitir los contenidos en línea mediante un complejo sistema informático.
Los ejemplos enunciados muestran cómo es posible dar pasos firmes en la lucha contra la piratería, y sientan precedentes importantes para que continúe la ejecución de acciones similares en México y otras partes del mundo.
Si bien Roku no es una asociación ilegal, debe evitar que su plataforma de distribución sea utilizada con fines ilícitos; tales garantías reforzarían su compromiso con la legalidad, en lugar de campañas mediáticas.
Hay que insistir: el problema es la piratería, lo ilegal, no la competencia, como algunos dicen.
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