Con motivo del último Informe de gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto entrega avances en materia de telecomunicaciones, una reforma constitucional y legal que ha otorgado beneficios a usuarios y audiencias, la institucionalización de un órgano autónomo en el sector, el apagón analógico, nuevas cadenas de televisión, nuevas estaciones de radio, licitaciones de espectro, además de haber sido respetuoso de las libertades de expresión e información, entre otros temas.
Si bien hay pendientes en aspectos de competencia, un satélite accidentado, así como el despliegue de las redes compartida y troncal para lograr una mayor conectividad social, se podría evaluar como una de las reformas estructurales que ha mostrado buenos resultados.
En tal sentido, los avances y pendientes formarán parte de la transición que se vive; al respecto, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, indicó que la reforma en telecomunicaciones se “revisará”, al considerar que aún quedan pendientes: “Hay muchos puntos oscuros en donde se han inhibido las inversiones, donde la calidad de las telecomunicaciones no es mejor, donde la cobertura no llega a todos, donde la velocidad de internet no es suficiente (...)”.
Si bien no se señalaron los puntos oscuros que inhiben las inversiones, se pueden deducir varios aspectos: el alto valor del espectro radioeléctrico, índices de concentración elevados, así como la escasa efectividad de las medidas adoptadas para aminorar dicho poder de mercado, lo que pudiese estar generando condiciones de inversión conservadoras ante la posibilidad de no obtener un retorno financiero o vislumbrar pocas posibilidades de competir.
La calidad y velocidad solo mejorará en la medida que se robustezcan las redes, lo que debe considerar, además, una creciente demanda del servicio móvil de datos; en ello habrá que evaluar los resultados de la red compartida que recién inició operaciones y la red troncal que aún está inmersa en un largo proceso de licitación, que fueron dos instrumentos que se proyectaron bajo la premisa de mejorar la cobertura y calidad de los servicios, pero han salido retrasados.
Nadie duda que el acceso, calidad y cobertura de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión deben formar parte del análisis nacional; por ello, la revisión y adecuaciones que se llegaran a hacer al marco jurídico deben considerar los principios, aspectos técnicos propios del sector y una evaluación objetiva de los resultados obtenidos, por lo que el reto del próximo partido en el gobierno es lograr que las adecuaciones sean ajustes debidamente sustentados y no imponer su mayoría.
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