Los cafés del puerto han sido y siguen siendo lugares de reunión de cofradías culturales e intelectuales; por mucho tiempo -hoy no es la excepción- ha sido ahí donde se entrecruzan y conjuntan, además de personajes, interesantes historias.
Coinciden o discrepan intelectuales en el intercambio de puntos de vista o datos a la postre, llenos de luz u oscuridad, en temas que atañen a nuestra historia.
Así de importante es el tema en la elección de un cronista fiel al compromiso de contar, no solo de rescatar del olvido documentos del pasado, sino apoyando en el futuro, registrando los momentos del día a día de nuestra ciudad.
Creo fue en el gobierno de Magdalena Peraza Guerra, donde se dio la primera terna -así le llamaron- para elegir al cronista de la urbe en el año 2010; figuraban Sara Uribe y Mónica R. García; Uribe, escritora, estuvo a cargo un tiempo del Archivo Histórico de Tampico y la segunda... carezco de datos y desconozco las razones de por qué fue propuesta.
Muchos decían, aquella terna fue a modo, pues de antemano el puesto estaba definido por el perfil del cronista adjunto en aquel tiempo. Me refiero al tercero en aquella lista, Marco Antonio Flores Torres, brazo derecho -por así decirlo- del recién desaparecido Carlos González Salas, quien duró 10 años al frente de aquella responsabilidad. A su muerte, lo lógico era pensar en Flores Torres.
Sin embargo, por esos tiempos los nombres se agolpaban para ocupar aquel puesto, aunque nunca hayan participado en terna alguna; eran personajes que por sus trayectorias y perfiles definidos, bien pudieron ocupar el lugar de cronista de la ciudad de Tampico.
Repito, más allá de cualquier criterio, existían para entonces nombres de eminentes amantes de las letras, investigadores, en algunos casos más por convicción que por profesión, en otros sus estudios o plumas los avalaban; registraban sucesos históricos del puerto a través de escritos en publicaciones locales.
Hoy vuelven a resurgir estos nombres para ocupar el lugar del Cronista de Tampico; suenan Raúl Sinencio Chávez, Aurelio Regalado, Roberto Guzmán Quintero y José Antonio Cruz; seguramente habrán más posibles candidatos para el puesto. Esperemos estén quienes deban estar y no lleguen, como en muchos otros casos, advenedizos traídos por los vientos de la política, más allá del compromiso y amor a
nuestro terruño. _