Que no sepan es lo de menos,
lo grave es que les valga madre saber.
Florestán
Hablar de Louis Vuitton es hablar de un proyecto de negocios único en el mundo que unos fabricantes de maletas abrieron en París en 1854 y que llegaron a ser parte de un conglomerado que hoy se agrupa bajo las iniciales LVMH, que agrupa una compañía que vende champaña, coñac, perfumes, cosméticos, joyería, relojes, bolsas, zapatos y todo tipo de accesorios.
Pero lo que más vende, sobre todo en sus bolsas, es el holograma, que eleva aspiraciones sociales, la más falsificada, empresa que hoy en el mercado tiene valor de 180 mil millones de euros, solo para dimensionar, cuatro veces más que América Móvil, la compañía de mayor valor en México.
Por años, las mexicanas que querían un accesorio de Louis Vuitton, solo los podían comprar en París. Con la globalización, la empresa se extendió por el mundo y llegó a México.
Primero se estableció en la esquina dorada de Polanco, Masaryk y Moliére. Tras años de estar ahí, se trasladó a unas calles de la misma avenida y se extendió y a Perisur, Santa Fe y recientemente en su mayor negocio, en el Palacio de Palacios de Alberto Baillères, pero Masaryk siguió siendo su flag ship y así las mexicanas pudieron comprar ahí, lo que antes solo conseguían en París.
A lo que voy, es que en este clima de inseguridad de Ciudad de México, la tarde del pasado viernes 18 de septiembre, la tienda de Masaryk, fue asaltada con violencia por cuatro sujetos que a las 19:30 ingresaron armados, amagaron a los empleados y saquearon el establecimiento llevándose prendas por más de 10 millones de pesos, sobre todo bolsas, sin que luego se supiera nada, se mantuvo en secreto.
No sé si en su momento Jesús Orta, entonces titular de seguridad de CdMx, lo reportó a Claudia Sheinbaum, pero el punto es que a pesar de los operativos de seguridad en Polanco, el asunto se mantuvo en secreto.
¿Por qué? No lo sé, porque no entiendo a quién beneficia o perjudica el silencio en este robo emblemático en Polanco.
Pero todos se lo tragaron.
RETALES
1. FISCALÍA. En diciembre, la Procuraduría General de Justicia capitalina, se convertirá en Fiscalía y su actual titular, Ernestina Godoy, pasará a ser consejera jurídica. ¿Quién será el nuevo fiscal?:
2. CALMA. Arturo Herrera, secretario de Hacienda, me aclaró ayer que la tipificación del delito de delincuencia organizada y extinción de dominio, solo se aplicará a factureras, no a contribuyentes, lo que viene a calmar el ánimo empresarial y social; y
3. MENSAJE. Ante la amenaza de 25 universidades estatales de irse a paro nacional hasta que el gobierno federal les aumente 17 mil millones de presupuesto, la respuesta del presidente López Obrador, fue rotunda: no cederá ante presiones de grupos. Y que ante el chantaje, prefiere parar el gobierno a ceder a la extorsión, y eso va para todos.
Nos vemos mañana, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
@lopezdoriga
lopezdoriga.com