La vida no solo se pierde a la muerte; también se pierde cuando se deja de ser feliz, y se muere en vida.
Florestán
La plenaria de los senadores de Morena, ayer, confirmó la ruptura sin regreso del presidente López Obrador y el líder del Senado, Ricardo Monreal, al que poco a poco le fue desmantelando su reunión a través de la cancelación al evento de sus funcionarios y precandidatos.
El programa aún en la víspera era el más ambicioso: por primera vez, y lo apunté aquí, participarían en una reunión partidista los jefes de las fuerzas armadas, el general Luis Cresencio Sandoval y el almirante Rafael Ojeda, además del jefe de la Guardia Nacional, el divisionario Luis Rodríguez Bucio, y la titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
Pero por la mañana se corrigió la orden del día y ya no aparecía el secretario de Marina. Luego tampoco el secretario de la Sedena ni el jefe de la Guardia Nacional.
De los precandidatos, desde antes, Adán Augusto López Hernández le comunicó a Monreal que no podría acudir a inaugurar su plenaria, Marcelo Ebrard, que no sé si no le dijeron o no se enteró, sí asistió y Claudia Sheinbaum no fue requerida. El presidente de Morena, Mario Delgado, se sumó a la instrucción presidencial
Así operó López Obrador dejando solo a Monreal y el mensaje reiterado de que no es su candidato, lo que le abre y asfalta el camino para irse aún más por la libre, ruta que ni Adán Augusto ni Claudia ni Marcelo pueden hoy recorrer por estar en su primera línea de gobierno y sucesión.
El otro mensaje sería la imposición de un disidente en la presidencia de la Mesa Directiva, lo que anoche parecía haber ganado Monreal con Alejandro Armenta.
Pero lo votarán hoy, cuando aún hay tiempo y espacio para el descabello.
RETALES
1. ACUERDO. En San Lázaro la oposición, con votos de Morena, logró que el panista Santiago Creel presida su Mesa Directiva en el segundo año de la actual Legislatura. El veracruzano Sergio Gutiérrez no pudo y se dejaron ver las fracturas en el bloque oficialista;
2. CHOQUE. El de ayer entre el presidente López Obrador y un sector del Poder Judicial, al que por la mañana acusó de corrupto y no resistir cañonazos de dinero. Al mediodía magistrados y jueces de Distrito le respondieron acusándolo, a su vez, de atentar con sus descalificaciones contra la independencia judicial. La Suprema Corte, mientras, guarda silencio; y
3. COSTOS. Ayer, por primera vez, el Presidente aceptó que una de sus obras emblemáticas, la refinería de dos Bocas, va a costar más de lo que dijo. Habló de un incremento de entre 2 mil y 4 mil millones de dólares, no lo tenía claro, pero los especialistas y consejeros de Pemex dicen que es superior. Lo atribuyó no a la corrupción, claro, sino a la compra de equipos no previstos. Ya saben, la fórmula de 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de capacidad.
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