A Pinocho en los tiempos
de la 4T le dirían Chato.
Florestán
Andrés Manuel López Obrador inició ayer su quinto año de gobierno en condiciones superiores a los que la oposición aseguraba en 2018.
Sin embargo, son más los pendientes. En salud no ha podido llevarnos a los niveles daneses y acaba de reconocer que no sabe cómo va a hacerle, pero que lo garantiza para 2024, tras el fracaso del Insabi y la pandemia de covid, de la que, influido por Hugo López-Gatell, declaró el 27 de abril de 2020: vamos bien porque ya se ha podido domar la pandemia y, en vez de que se disparara, el crecimiento ha sido horizontal, lo que resultó catastróficamente falso. Aquella noche los fallecidos eran mil 434 y los contagiados 15 mil 529. Al día de hoy los muertos rondan los 500 mil y los contagiados superan siete millones.
En seguridad, si bien ha contenido la tendencia al alza de los homicidios dolosos, al día de ayer sumaban 140 mil 415, acercándose a los 156 mil 66 que heredó del sexenio de Enrique Peña Nieto.
En educación y en su prioridad, los pobres, hay retrocesos: de 2018 a 2020 se dio un incremento cercano a los cuatro millones, de los cuales dos millones han ido a pobreza extrema.
En el plano económico, en el que aún no se alcanzan los niveles de 2018 tras el desplome de 2020, tiene un reconocimiento internacional por su disciplina macroeconómica y se apoya en el tipo de cambio del dólar, hoy en niveles de la noche de su triunfo electoral, el 2 de julio de 2018, a lo que nadie apostaba.
En otro aspecto, aunque ayer dijera que no, ha hecho de la polarización un método y de la división entre los suyos, los buenos, y los opositores, que desprecia, una constante cotidiana.
El reto para 2023 es nominar a su candidato(a) y en 2024 mantener la Presidencia de la República y lograr la mayoría calificada del Congreso.
Eso, al final, marcará su gestión de gobierno al que le queda el tramo, por solitario, más difícil y riesgoso, el último.
RETALES
1. FECHA. A pesar de no contar con la mayoría calificada en San Lázaro para que aprueben la reforma político-electoral de López Obrador, Ignacio Mier confirmó que el martes, como había dicho, la sube al pleno, tras moverla una semana. El plan B se irá para el ordinario de febrero. Aún puede haber un ajuste en la reunión de la Jucopo ese mismo día;
2. PIEDRA. Finalmente el Senado citó a Rosario Piedra para que comparezca ante el pleno el miércoles próximo, si ella no dispone otra cosa como hasta ahora. Y la va a pasar mal, a menos que Morena le dé el trato que recibe de Palacio Nacional, al que sirve sin pudor, y la oposición la deje pasar; y
3. VIRUS. El secretario de Gobernación y precandidato presidencial, Adán Augusto López Hernández, estuvo ausente de la toma de posesión del gobernador de Oaxaca por un tema, leve, de influenza, del cual ya se recupera.
Nos vemos el martes, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
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