Duerme tranquilo, porque si no,
no se duerme.
Florestán
Siempre he tenido claro que el problema más grave de este país es la violencia y la incapacidad crónica de resolverlo. Es una guerra que vamos perdiendo desde hace muchos años y la estadística lo documenta.
En el último año de gobierno de Vicente Fox, 2006, se registraron 11 mil 806 muertos; en el último de Felipe Calderón, 2012, se duplicó al llegar a 21 mil 459; en 2018, último de Enrique Peña Nieto, alcanzó los 33 mil 369, y en el primero de Andrés Manuel López Obrador, 2019, llegó a 34 mil 562 homicidios dolosos.
Esta realidad se quiso defender alegando que había disminuido la tasa de crecimiento, 3 por ciento, lo que es cierto, pero la estadística no tiene peso cuando se habla de 34 mil 562 asesinatos en un año, 2019, uno cada 15 minutos, cifra que supera la de todos los países de Europa, juntos, y que no alcanza ninguna democracia en el mundo.
Sé que cuando se quiere defender algo son muchas las atenuantes, pero cuando se habla de 34 mil 562 asesinatos en un año, no hay ninguna que sirva.
No hay duda, pues, de que la violencia y la inseguridad son el problema más grave del gobierno del presidente López Obrador, como lo fue de sus antecesores, no es personal ni sexenal, y ya no voy a hablar de la falta de crecimiento económico porque hemos sobrevivido con ambas crisis.
Pero ahora se presenta una nueva que yo pondría en lo más alto de las prioridades nacionales: la escasez de medicinas.
Y escucho al Presidente y a sus secretarios hablar de boicots de los laboratorios, de colusión, de corrupción de distribuidores, que no dudo, sin que a esas declaraciones sigan acciones legales en su contra.
El problema de salud, para mí, reitero, es hoy el más grave porque podemos vivir, le decía, como hemos vivido, con inseguridad, violencia y falta de crecimiento, pero no podemos vivir sin medicinas y ni atención hospitalaria, lo que sí está a la mano de este gobierno resolverlo y está pendiente.
RETALES
1. VISITA. Graciela Márquez Colín, secretaria de Economía, se reunió en Davos, con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y me dijo que la semana que viene visitará México. También habló con el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer;
2. AVISO. Porfirio Muñoz Ledo dijo a mi compañero Juan Arvizu, que Morena se le había salido del corazón, pero ayer me dijo que no dejará al partido, no por ahora, y que es necesario un gran congreso nacional que lo cohesione hoy que Morena está, digo yo, en modo PRD; y
3. RECLAMO. La American Chamber se reunió con la secretaria Olga Sánchez Cordero a la que pidieron un mensaje claro de confianza del gobierno para sus empresas en México y sus corporativos en Estados Unidos porque es urgente, dijeron, crear condiciones para que México sea un destino atractivo para la inversión. Duro mensaje.
Nos vemos el martes, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
@lopezdoriga
lopezdoriga.com