Coronavirus y la ignorancia total

  • Empatía Popular
  • Joaquín López

tampico /

La peor mentalidad de un gran sector de la población se revela con la más grave contingencia de salud que la sociedad moderna ha padecido.

El coronavirus es tan real que en México ya han muerto 50 personas (al menos hasta el corte de ayer jueves en la cifra oficial).

Sin embargo, la ignorancia, el descuido, en pocas palabras el “valemadrismo” del mexicano está poniendo en riesgo a aquellas personas que sí ponen su parte.

Es una emergencia sanitaria que no se está respetando desde ningún flanco, o al menos se ha respondido pero a cuentagotas. Un ejemplo de ellos es el cierre escalonado de algunos comercios y centros comerciales, mismos que debieron estar inactivos desde hace mucho.

Peor el asunto en algunas empresas de giros no esenciales que siguen abiertas, exponiendo a sus empleados a un contagio debido a que tienen que trasladarse en transporte público, donde no se respeta la sana distancia.

Hay casos de negocios donde los dueños afirman que el cierre o cuarentena no es obligatorio para el sector privado. De ese nivel la ignorancia.

Otros patrones decidieron crear por su propia cuenta cubrebocas con materiales débiles que de nada sirven para cuidar la salud de sus empleados, pero aún así decidieron repartirlos.

Asimismo, los dueños señalan que solamente van a cerrar hasta que el Presidente de México o el gobernador de Tamaulipas digan textualmente que todos los negocios tienen que bajar sus cortinas por un mes, con goce de sueldo; mientras esto no sea así van a seguir trabajando como si nada pasara.

¿De qué sirve la ambición de querer sacar dinero en una época de cotingencia cuando, si ellos o sus empleados se contagian, pueden llegar a perderlo todo por tal negligencia?

No se diga la absurda medida de los bancos de impedir el acceso a muchas personas, dejando que se acumulen filas y se generen tumultos en el exterior.

Si así es como lo quieren, entonces se debe lanzar el llamado contundente por parte del gobernador: todos los negocios no esenciales bajen sus cortinas, ¡ya! A ver si así entienden.

¿Acaso están esperando que los hospitales se saturen y colapsen?

¿Vale la pena arriesgar la vida de las personas?

Para los patrones, ojalá que el dinero que tanto están cuidando, les alcance para garantizarles la salud.

Esto no es un juego.

Quédense en casa. _

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS