En estos momentos de crisis económica en Tamaulipas, según lo reconoció la misma administración de Américo Villarreal Anaya, es cuando los servidores públicos que perciben jugosas cantidades de dinero en este mes, mucho más que el resto de los mortales, deberían ver por aquellos ciudadanos vulnerables que enfrentarán las inclemencias del tiempo.
Y es que está pronosticado un descenso de temperatura muy marcado a partir de la noche del jueves, viernes, sábado y domingo, con un termómetro que bajará hasta cifras congelantes, bajo cero en algunos municipios, mientras Tamaulipas atraviesa un problema de migración y pobreza debido a la inflación.
Por poner un ejemplo: los 36 diputados del Congreso tamaulipeco tienen de manera “oficial” un sueldo de 13 mil pesos al mes, sin embargo reciben dos gratificaciones de 31 mil pesos cada una.
Es decir, por mes los diputados locales de Tamaulipas alcanzan más de 75 mil pesos de ingresos por su trabajo legislativo.
Y estos datos no los encuentra tan fácilmente el ciudadano de a pie, pues la información de sus ingresos es demasiado opaca, ya que en los documentos públicos disponibles sobre el asunto no se especifica a ciencia cierta si esta cantidad es bruta o neta.
Y eso sin contar que ya cobraron su aguinaldo, la prima vacacional, y todavía quieren un aumento de sueldo de hasta 15 por ciento.
Hay diputados que despilfarran los ingresos que perciben, sueldo que vienen de los impuestos de los tamaulipecos, en regalos y dádivas por Navidad y año nuevo que reparten a sus aliados, amigos, entre otros. Uno de ellos fue el diputado del PAN plurinominal, Ángel Covarrubias, quien decidió “obsequiar” tartaletas a representantes de medios de comunicación.
Alguien debería decirles que ese gasto inútil deben dirigirlo a las familias que realmente necesitan del apoyo, para mejorar sus viviendas, comprarles cobijas y alimentos que los ayuden a enfrentar las bajas temperaturas que vienen, llevar recursos a los albergues, qué sé yo, algo que cualquier persona cuerda sabe que es más necesario.
La chamba no solo es ir a sentarse al Congreso a levantar la mano; hay que salir al campo, así como cuando pidieron el voto, pues las necesidades de la gente son de todos los días. Por eso dejen un poco de esos cientos de miles de pesos que se llevan a la bolsa para quienes de verdad les hace falta.