contrario a todos los preceptos que pregona la llamada 4T, sobre que se apoyaría la economía familiar a toda costa, tal parece que a la Comisión Federal de Electricidad no le llegó el mensaje del mandatario federal.
Hasta ahora, la CFE se ha posicionado como la peor empresa que brinda un servicio, entre las constantes fallas en la electricidad, el deficiente estado de su infraestructura en la ciudad, y ahora se le tiene que agregar el exagerado cobro que llega en los recibos.
En este último bimestre para cerrar el año, miles de ciudadanos se han quejado, sobre todo en redes sociales que es el único medio donde se pueden desahogar, para exhibir tarifas fuera de la realidad que les han llegado, pese a que en bimestres anteriores mantenían un consumo ordinario y sostenido.
Y todavía no termina, pues cuando buscas una respuesta sobre el porqué llegó tan caro el recibo de la luz, la dependencia simplemente se lava las manos señalando que, pues, eso es lo que usted consumió. No se toman la molestia de revisar a detalle una posible mala lectura o falla en el medidor, usted tiene que pagar lo que dice el papel y se acabó.
Ciudadanos en la zona sur de Tamaulipas han externado su descontento, su malestar, eso que genera el mal humor social en cada periodo de pagos de servicios.
¿Cómo es posible que en un hogar, donde padre y madre tienen que salir a trabajar desde temprana hora y regresar hasta entrada la noche, una rutina de lunes a sábado, misma que han mantenido por lo menos en el último año, tenga que pagar casi el doble de luz cuando en recibos anteriores tenían una diferencia de pesos en las tarifas?
A esta incompetencia hay que agregarle la falta de empatía por el encierro obligado debido a la contingencia sanitaria. La orden fue permanecer el mayor tiempo posible en casa y con lo que conlleve, como utilizar mucho más los aparatos eléctricos, más con las clases a distancia.
Pues aún con eso, la orden de Manuel Bartlett, titular de la CFE, fue de que no habría condonaciones en los pagos ya que la Comisión Federal de Electricidad también tenía sus gastos.
La dependencia prefiere gastar en “rehabilitar” las instalaciones del centro de Tampico, dejando fuera de servicio los cajeros automáticos de su interior y provocando largas filas en los dos aparatos en el exterior. En lugar de preocuparse por mejorar la infraestructura en las calles, prefiere brindar otro tipo de comodidades que al ciudadano no benefician.
Terrible lo que pasa con CFE. _