Como nunca antes, la zona sur de Tamaulipas, tradicionalmente rodeada con suficientes cuerpos de agua, ahora está viviendo la peor sequía con estragos casi catastróficos para quienes viven de la actividad pesquera y claro, para todos los seres vivos que consumimos el agua.
La falta de lluvias del año pasado ya vaticinaban lo que ahora estamos viviendo, el mismo sector empresarial del Ciest abordó la problemática que algunas personas calificaban como descabelladas.
Ahora sí estamos viendo los resultados de años y años de apatía oficial, donde instituciones públicas y sus servidores solo usaban el problema de los diques y la fuga de agua dulce como estandarte y escaparate político.
Que bonitas se ven esas fotos aéreas de los funcionarios acudiendo a este punto del Camalote para remediar, no solucionar, con costales de arena la terrible y constante derrama de agua rica para el consumo.
No se diga también de los legisladores federales que tuvieron en sus manos la oportunidad de resolver, con los recursos necesarios, este asunto del que ahora, como candidatos, quieren aprovecharse para hacer como que lo quieren atender.
De no ser por las campañas, bien pudieron acudir donde el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien vino de pisa y corre a la zona, para llevarle todo el panorama crítico que estamos viviendo, con documentos y evidencias que demostraran la urgencia de reparar esas fugas.
Pudieron convencer al presidente de tomar unas horas más de su agenda para ir y que él mismo constatara personalmente y viera la magnitud del problema. Pero no, ahí se quemó otro cartucho.
Mientras los gobiernos estatal y Federal se avientan la pelota, hacen como que están preocupados y van solamente a tomar fotos y nunca más los vuelven a ver, esto a decir de los habitantes de esta zona, la falta de agua será peor en los siguientes dos meses, según esperan quienes conocen de esto, ya que la temporada de lluvias y huracanes llegará en unos 40 a 35 días más.
Mientras tanto, el mismo organismo operador de agua en la zona sigue sin reaccionar, sin hacer el llamado de alerta porque ahora no son los tiempos convenientes, y con el tiempo encima, parece que dentro de poco vamos a bañarnos entre lodo. _