En memoria de Juan Manuel Palacios, un chavo que prueba que los de ahora siguen siendo rebeldes
Hace cuatro años, el 25 de julio de 2015, acompañamos a Alex y a Chela Lora a celebrar sus 35 años de matrimonio, denominado Bodas de Coral. Único como es Alex, cantó dentro del Templo Expiatorio de Cristo Rey en la Antigua Basílica de Guadalupe ante el asombro y la alegría de todos. Solamente él se puede dar ese tipo de lujos.
Conocí a Alex Lora en junio de 1985, en torno a unos tequilas lo invité a echarse un toquín en la clausura de mi campaña como candidato a diputado de mayoría por el PMT y el PSUM, que conseguí gracias a Miguel Eduardo Valle, El Búho, con cierto disgusto de algunos dirigentes del PSUM.
Obviamente no fui diputado, porque no estaba en la lista plurinominal en buen lugar. Demetrio Vallejo fue diputado efímero, tomó posesión el 1 de septiembre de ese año y murió el 24 de diciembre del mismo, su suplente era Alejandro Encinas.
El mitin de clausura lo realizamos en el Cine Cosmos.
Alex me dijo: ¿A qué hora toca El Tri? A las 11, le contesté. La banda se va a dejar caer desde las 6 de la mañana, no hay pedo, van a llegar y muchos se van echar su carrujo de mota, tú tranquilo. Y así fue.
El cine estaba repleto de puros chavos, la mayoría sin credencial de elector. Antes de El Tri, cantaron y tocaron otros grupos. Cuando le tocó a El Tri, Alex se echó varias de sus rolas clásicas: “Triste canción de amor”, “El Metro Balderas”, original de Rockdrígo, aún con vida pues murió en el sismo del 19 de septiembre, y “Abuso de autoridad”, que en una de sus estrofas dice muchos azules en la ciudad queriendo agandallar… esa misma rola la tocó en un galerón inmenso en Pantitlán y dentro había casi 3 mil chavos de la banda, dentro del local había policía montada.
Para entonces ya era cuaderno de Lora, por lo que estábamos con él y El Tri en el escenario, sin ninguna separación de la banda, como son los mítines de Morena que separan al presídium con varios metros de distancia de la gente y además están protegidos por vallas.
La gente si iba prendiendo. Le dije: Alex, aquí puede haber un desmadre terrible. Me contestó: No hay tox, mi niño, yo arreglo la bronca. Así fue.
Tras varias horas de toquín y justo cuando terminó la rola “Abuso de autoridad”, Alex les dijo: ¿Cómo se la pasaron, les gusta mucho esta pinche música y los gritos de este pinche loco? Muy bien, ahora se van todos a su pinche cantón sin hacerla de jamón. Milagrosamente todos salieron sin el menor roce con los policías.
Vi hacer eso a Alex en muchas ocasiones, una de ellas en el satanizado auditorio Ché Guevara de Filosofía.
El Tri de Alex Lora sigue haciendo toquines por todo el país y fuera de él, en Los Ángeles y otras ciudades gabachas llenan estadios, también en Perú y otras partes del continente. Son un fenómeno que rebasa lo meramente musical.
A pesar de no estar en la mayoría de las estaciones de radio ni en Telerrisa, sus rolas son muy escuchadas por la banda.
El Tri de Lora, que ha sido telonero de los Rolling Stones, es una expresión de esa revuelta cultural planetaria, que afortunadamente está totalmente al margen de la partidocracia, incluyendo a la llamada cuarta transformación.
La vida está en otra parte.
joelortegajuarez@gmail.com