La pluma de Dumbo

Ciudad de México /
Spinoza decía que para conseguir algo hay que imaginarlo. Especial


“El alma se esfuerza en imaginar sólo aquello que afirma su potencia de obrar” (Proposición LV). Nosotras, todas las almas, salimos a flote cada día, en buena medida, gracias a ese esfuerzo de la imaginación que nos permite creernos capaces de hacer tal o cual cosa. Y por el contrario, “cuando el alma imagina su impotencia, se entristece” (Proposición LIV). 

Las proposiciones son del filósofo Baruch Spinoza (Ética demostrada según el orden geométrico, 1677) y a mí me recuerdan el episodio de la pluma mágica en la versión clásica de la película Dumbo (1941). Como ustedes bien recordarán el joven elefante, a pesar de sus enormes orejas, similares a las alas de un Boing, es incapaz de volar por falta de confianza en sí mismo, por un bloqueo mental que le viene de que su “alma imagina su impotencia”. Hasta que un cuervo gamberro, vacilador y un poco andaluz, soluciona el conflicto del elefantito; le regala una pluma mágica, que arranca de la cola de uno de sus colegas de pandilla, y le dice que mientras la lleve agarrada con la trompa podrá volar, cosa que efectivamente sucede; el esfuerzo de imaginación que hace Dumbo consigue lo imposible: hace volar a un elefante.

Nosotras, todas las almas, usamos la pluma mágica de Dumbo con bastante frecuencia, a veces inducidos por un cuervo y otras como maniobra de supervivencia, cuando no nos queda más remedio que imaginar aquello que afirma nuestra “potencia de obrar”. 

El primer paso para conseguir algo, de acuerdo con el orden geométrico que propone Spinoza, es imaginarlo, con la excepción, claro, de lo que conseguimos a partir de una reacción instintiva, situación en la que, si nos ponemos a imaginar, nos come el tigre. Dumbo puede volar porque está seguro de que la pluma lo sostiene, pero si duda del objeto mágico, o lo suelta, ese talento se esfuma. Ni Dumbo ni nosotras, todas las almas, debemos dudar de nuestra capacidad porque, como nos enseña el filósofo, “si el alma imagina su impotencia, se entristece”: dejamos de volar y caemos al vacío.

  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
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