Las desnudeces de Mr. Churchill

Ciudad de México /
El británico fue muy franco con Roosevelt. Shutterstock

El presidente Roosevelt vio, en varias ocasiones, las desnudeces de Winston Churchill, según revela un libro, recién aparecido, de Robert Schmuhl (Mr. Churchill in the White House, Liveright, 2024). 

En diciembre de 1945, Churchill hizo su primera visita a la Casa Blanca. Por alguna razón, ¿el calor?, ¿la impagable sensación de libertad?, el primer ministro andaba siempre desnudo en sus habitaciones y así lo encontró, después de tocar comedidamente la puerta, el presidente Roosevelt: “completamente desnudo, con un trago en una mano y un puro en la otra”. Cuando Roosevelt amagó con abandonar, despavorido, la habitación del primer ministro Inglés, Churchill lo detuvo con una frase inapelable: “como puede ver, señor presidente, no tengo nada que ocultar (I have nothing to hide)”. Dicho esto, los dos líderes se sentaron a hablar durante una hora.  

Pero no fueron solamente las desnudeces del primer ministro lo que llamó la atención en aquella visita de Estado; también lo hizo su llamativa afición por el alcohol. Así lo recibió el jefe de protocolo de la Casa Blanca: “Bienvenido; adentro lo espera su whisky”.

Gracias a una serie de documentos y testimonios hoy podemos conocer el estricto régimen alcohólico que llevaba Mr. Churchill.  Después del primer café, que bebía desnudo en su habitación, pasaba, ya vestido, a su oficina y, un poco antes de las nueve de la mañana, se bebía su primer whisky con agua y así se mantenía, un vaso tras otro, hasta la una de la tarde. Con la comida bebía champán y, como comía bastante, lo mínimo que necesitaba era una botella. Luego hacía una merecida siesta de casi una hora y se levantaba dispuesto a seguir dirigiendo los destinos del Reino Unido, apoyado por un café y por una renovada ristra de whiskis con agua hasta que llegaba la hora de la cena. Cenaba con vino tinto y lo bebía con la misma fruición que dedicaba al champán del mediodía. Después de cenar ya se ponía a beber en serio, pasaba al whisky solo, para relajarse. No debe ser nada fácil llevar las riendas del imperio inglés.


  • Jordi Soler
  • Es escritor y poeta mexicano (16 de diciembre de 1963), fue productor y locutor de radio a finales del siglo XX; Vive en la ciudad de Barcelona desde 2003. Es autor de libros como Los rojos de ultramar, Usos rudimentarios de la selva y Los hijos del volcán. Publica los lunes su columna Melancolía de la Resistencia.
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