Para poder aspirar a la reelección de un puesto público de elección popular, (Ejem; Alcaldía) lo primero que se requiere es haber realizado un buen desempeño en su responsabilidad vigente, donde el pueblo sea el principal beneficiado, avalando obras urbanas de infraestructura y servicios dignos de primera necesidad.
Pero si por el contrario, se utiliza el poder para engordar la nómina municipal, incrementando los sueldos de los nuevos “funcionarios” de primer nivel, además de aumentar sustancialmente el personal de las dependencias municipales, aunque no sean necesarios, sólo con la finalidad de pagar compromisos de campaña.
Pero no sólo eso, lejos de planear una buena y mejor imagen global, no selectiva, pues ha privilegiado sectores residenciales de nueva creación; también algunos alcaldes se han enfocado en verbenas, contratando grupos y bandas musicales, que cobran una verdadera fortuna. (Julión Álvarez y Grupo Tigres del Norte).
Pero su plan NO son las grandes conmemoraciones como el Día de la Madre o celebrar el Día de la Independencia, no, su verdadera finalidad fue aspirar a la gubernatura de Coahuila (La cuál no se le hizo) ahora quiere la reelección.
Recién se “permitió invitar”, a todo el elenco de conocido consorcio noticioso a nivel nacional para que trasmitieran todo el día desde su ciudad, con la intención de atraer el voto a su favor, financiado por el erario municipal.
Obvio le sobraron loa$, es decir, vivas electorales; se le alborotó la radio piñata.
Pero lo verdaderamente delicado en la política, no es lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca; se puede dispensar todo, inclusive hasta un anodino trabajo enfocado en pan, circo y verbenas; lo imperdonable es que algún funcionario o alcalde en turno, se exprese en forma peyorativa o con desdén de familiares del Gobernador electo.
Se comenta que en reciente evento regional el Gobernador electo, Manolo Jiménez Salinas, al estar saludando de mano y abrazo a la cúpula priista, reclamó a un alcalde en especial (está prohibido mencionar nombres) “En política todo se vale, pero con la familia no te metas”.
En otras palabras se interpreta como, ya vete despidiendo de tu sueño guajiro de la reelección municipal.
La obligación de un servidor público, no es disponer del erario a su arbitrio con fines electorales para obtener su siguiente cargo, pues además con esa discrecional pecuniaria, lleva mucha ventaja sobre posibles contendientes al mismo cargo, ya sea de su partido o de la oposición.
Un verdadero servidor público con ánimo de reelegirse, no necesita de verbenas, sus obras y servicios hablan por él; del buen o mal trabajo que le encomendó la ciudadanía; pero también debe ser discreto en sus labores, sin intrigas ni arrebatos, pues las paredes oyen, y son muy chismosas.
Otrosí digo; El suscrito tomara un periodo de asueto navideño. Felices fiestas navideñas.