“Taquito, traguito y ruidito”

  • Todoterreno
  • Jorge Alonso Guerra

Ciudad de México /

Cuántas veces hemos comentado, que una de las formas de tomarle el pulso a una ciudad, cuando salimos de viaje y buscamos enterarnos de cómo funciona su economía y política interna, es entablar una plática casual con el taxista, mesero, peluquero, bolero, doméstica, jardinero, en fin, gente de clase trabajadora; ahora las redes sociales participan, igual o más.

Y efectivamente dichas personas tienen más información que mucha gente que se cree muy enterada.

Pero no solo es información vaga. ¡No! También son analíticos, pues platicando con ellas, no solo repiten lo que oyen, por la radio, televisión o periódico, estas personas razonan congruentemente, la mayoría de las veces.

Pero entonces ¿qué pasa cuando se llega el día de las elecciones? y es el momento de cobrar factura al gobierno en turno por tanto agravio cometido al pueblo ¿Porqué antes de las elecciones son muy cáusticos y críticos hacia los gobernantes, pero llegada la hora de votar, se olvidan de los agravios y promesas no cumplidas?

Se señala a los políticos de corruptos y cínicos (con honrosas excepciones) que utilizan al pueblo para llegar a los puestos públicos que ostentan, pero los políticos saben que para llegar a tan altos cargos, necesitaron de la complicidad del votante, que no es otro que el pueblo, que se deja comprar por migajas como son mochilas, cuadernos, gorras, lonches, sodas, verbenas, en fin, como dijo el edil de San Blas Nayarit, aquel que aceptó “robar poquito” al pueblo “taquito, traguito y ruidito” en otras palabras comida, cerveza y banda musical y el pueblo se deja querer, para después pagar la factura con creces.

Si existen políticos corruptos, es porque también existe un pueblo corrupto que se vende. Un pueblo corrupto que no sabe respetar las leyes y prefiere solucionar una simple infracción de tránsito con una dádiva, antes que asumir su responsabilidad ciudadana, argumentando “si todos lo hacen porque yo no, Además no tengo tiempo para ir pagar la multa”

Los mexicanos no somos ignorantes de los grandes acontecimientos de nuestra nación, hoy como nunca estamos mejor informados de cualquier tema y si no preguntémosle al taxista, peluquero, bolero, redes sociales, en fin, no podemos argumentar que nos engañan, actuamos con conocimiento de causa.

Pero este país, no cambiará hasta que cada uno de nosotros cambie. Nadie nos hace daño hasta donde uno lo permita. Y nosotros lo estamos permitiendo con dádivas como el “taquito, ruidito y traguito” moneda de cambio de la politiquería.


jorge.alonsoguerram@yahoo.com.mx

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS