¿Cuántos de nosotros no nos hemos sentido de pronto sin energía? Esto puede pasar en el ejercicio, el trabajo, o como un sentimiento generalizado.
La fatiga física ocurre cuando nuestros músculos agotan el adenosín trifosfato (ATP). Durante el ejercicio hay varias estrategias que podemos utilizar, como tomar breves pausas para caminar, hidratarnos o usar geles energéticos. Cuando este cansancio se presenta en la vida diaria, podemos desarrollar resistencia mediante ejercicio regular, una alimentación adecuada y asegurándonos de dormir lo suficiente para recargar energía.
Sin embargo, no siempre la fatiga es física; a veces puede ser mental y causar bloqueos en nuestros pensamientos. Esto normalmente ocurre durante tareas prolongadas, ya que nuestro cerebro consume una cantidad significativa de energía, y no estamos diseñados para estar 10 horas frente a una computadora. Para mantener la vitalidad mental, intento aplicar las recomendaciones de Cal Newport en su libro Deep Work, donde sugiere tomar breves “descansos cerebrales” seguidos de periodos de trabajo intenso sin interrupciones.
Otra forma de fatiga puede ser el aburrimiento. Realizar labores repetitivas o poco estimulantes es una de las principales maneras de matar nuestra creatividad. Tenemos la obligación, con nosotros mismos, de buscar trabajos y tareas que nos reten, que nos empoderen a tomar decisiones y, de cierta manera, que nos diviertan para no caer en ese estado zombi, que es como una muerte en vida.
Hay una última estrategia, que es combinar los diferentes tipos de cansancio y sus soluciones para no caer en la trampa. Cuando comenzamos una tarea, nuestro cerebro libera dopamina, proporcionando una ráfaga de energía y motivación. Podemos mantener esto estableciendo metas pequeñas y alcanzables, lo que nos permite experimentar más liberaciones de dopamina.
A fin de cuentas, la fatiga no es un estado permanente, sino una parte natural que podemos gestionar e incluso aprovechar para el crecimiento personal. Observar cuándo nos cansamos, nos puede ayudar para conocernos mejor, aumentar la resistencia física, mantener la agudeza mental y vivir con motivación.
Como dice David Goggins: cuando crees que estás exhausto y no puedes más, cuando tu cuerpo te pide detenerte, en realidad solo has usado 40 por ciento del potencial de energía que tienes.
La próxima vez que te sientas cansado será una invitación para recargar, reiniciar y avanzar. A los pocos pasos de avanzar, este cansancio desaparecerá, cambiarás tus límites y redefinirás de lo que eres capaz.