No veo la tele y trato de leer pocas noticias. Consumo información con el efecto Lindy de Taleb, que dice que entre más tiempo algo ha estado presente en la sociedad, mayor su calidad y la posibilidad que siga en el futuro. Así las noticias que leemos cada día tienen un efecto Lindy muy bajo. Los encabezados de hoy serán poco relevantes en unos meses y ni hablar de cinco o 10 años. Pero recientemente es difícil no estar atento a los cambios políticos de nuestro país y sus noticias.
¿Qué hacer con todas estas noticias políticas y que no se conviertan en distracción? ¿Cuál es la responsabilidad de los emprendedores ante los cambios políticos?
La historia reciente nos ofrece ejemplos de emprendedores que han transitado del mundo empresarial al político. Donald Trump, un magnate inmobiliario que ascendió a la presidencia de Estados Unidos. Otro ejemplo es el de Sebastián Piñera, un exitoso empresario chileno que ocupó la presidencia de su país en dos ocasiones.
Por otro lado, existen emprendedores que, a pesar de su éxito, han optado por mantenerse al margen de la política. Jeff Bezos, fundador de Amazon, y Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, son ejemplos prominentes. Aunque han influido indirectamente en políticas públicas a través de sus innovaciones y contribuciones al desarrollo tecnológico, han preferido centrarse en sus empresas.
¿Dónde podemos los emprendedores generar mayor impacto?
Emprender genera una responsabilidad intrínseca en la sociedad que va más allá de la simple creación de riqueza. Al crear empleos, fomentar la innovación y ofrecer nuevos productos se contribuye de manera significativa al desarrollo económico y social. En un país con desafíos como la desigualdad, el desempleo y la falta de oportunidades, el papel de los emprendedores es crucial para generar un cambio positivo.
La participación directa en la política puede parecer una forma poderosa de influir en la sociedad, pero los emprendedores debemos trabajar, innovar y crear, independientemente de las condiciones políticas del país. Enfocarnos en crear mejores productos, más baratos (o gratis) que generen valor, ofrecer empleos bien remunerados y fomentar una cultura de excelencia.
Los cambios políticos que estamos viviendo en México son profundos y tienen un efecto Lindy de varias décadas. Ante estos cambios e incertidumbre elijo trabajar más y acelerar la innovación. Aumentar lo que invertimos, pagar bien, entrenar a la gente y beneficiar a millones de personas con los productos que podamos crear. Emprender es de largo plazo, y el objetivo de este juego infinito es tener un efecto Lindy tan largo donde podamos crecer bajo cualquier ciclo político o económico.