La máquina de correr

Ciudad de México /
ALFREDO SAN JUAN

Estoy decidido a correr. Llego al gimnasio y me subo a la corredora. Como cualquier novato, cuando empiezo pongo la velocidad en algo confortable en lo que me voy acostumbrando al esfuerzo y mi cuerpo aprende a ser más eficiente. Solo que esta máquina es diferente. Conforme mejoro, acelera, pero acelera más rápido de lo de yo puedo mejorar. Se vuelve frustrante y cansado. Mejorar significa más velocidad, acelero para mantenerme, pero la banda me sigue ganando. Algo así es lo que pasa actualmente con los avances en inteligencia artificial (IA).

Esta semana, OpenAI sacó su nueva versión de ChatGPT-4o, donde la “o” está por “omni”, derivado de poder alimentar el chat ya sea mediante voz, texto o imágenes de manera simultánea. Los avances son increíbles en un corto periodo de tiempo. No deja de sorprendernos la capacidad transformadora que va a tener esta tecnología y nos hace soñar lo que vamos a poder hacer (o dejar de hacer) dentro de poco.

En esta versión se introdujeron capacidades multimodales, lo que le permite procesar texto e imágenes simultáneamente. Esta característica permite a los usuarios introducir imágenes junto con texto, facilitando tareas como etiquetado, análisis y proporcionar contexto para documentos visuales.

La nueva versión es un salto al futuro y nos permite imaginar cómo va a ser nuestra interacción con la inteligencia artificial. Viviremos en un mundo rodeado por “superagentes” intentando ayudarnos todo el tiempo y trabajando para nosotros. La IA utilizará nuestros celulares como sus ojos para interactuar en tiempo real. Serán nuestros tutores, asesores, traductores, maestros y hasta pudiéramos pensar que confidentes y amigos.

En el demo, parte del lanzamiento se ve a ChatGPT contar historietas que genera en tiempo real, cambiar el tono de voz, identificar ecuaciones que se escriben sobre un papel y corregir al usuario sobre cómo resolver un problema matemático. También el chat identifica emociones del usuario y puede mantener una conversación como si fuera un humano. La diferencia entre humanos y máquinas se volverá más difusa y cada vez será más difícil distinguir lo real de lo creado por IA.

Acelero en la corredora a pesar de que esta va más rápido. Mi espíritu competitivo me lleva a tratar de seguirle el paso, aunque cada vez se vuelve más difícil. La innovación está yendo a una velocidad nunca antes vista, y aunque la máquina no vaya a frenar tenemos que hacer el intento de empezar a caminar junto a ella y, si se puede, intentar correr.


  • Jorge Combe
  • Cofundador de DD3
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