A propósito del Día Internacional del Suicidio, el INEGI publicó el 8 de septiembre de este año un comunicado donde aparecían datos interesantes sobre el comportamiento de este fenómeno, y aparecían cifras que ponían los focos rojos en los estados de Coahuila y Durango.
De acuerdo con el mismo instituto en el país en 2020, sucedieron 7,818 fallecimientos por lesiones autoinfligidas, teniendo una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100,000 habitantes, lo interesante es que en los dos estados en los que se encuentra la laguna, están por encima de la media nacional siendo Coahuila el número 5 con una tasa de 8.6 y Durango con una tasa de 7.1 por cada 100,000 habitantes.
Con los datos con los que se cuenta a estas fechas del 2021, tanto en Coahuila como en Durango se perfila como el año con más suicidios en la historia de estas dos entidades federativas. Mientras que el 2020 se registraron un total de 93 suicidios, a la mitad del año ya teníamos el 65% en la zona metropolitana de la Laguna.
El problema resulta importante cuando se hace el análisis por grupos de edad, en las personas de 35 a 64 años, el problema no aparece como una causa importante de muerte, en los grupos de edad de 10 a 24 años aparece como la tercera causa de muerte, siendo un tema de salud pública sobre todo pensando en las muertes de personas que están empezando su vida adulta.
El tema se vuelve complejo al visualizar las opciones que puede tener una persona con una situación propensa al suicidio, el número de especialistas en salud mental y los institutos dedicados a atender estos padecimientos parece no ser suficiente.
Existe hoy en día capacitación para los centros de salud cuando se presenta una persona con la intención de autoinfligirse lesiones, sin embargo, los encargados de poder atenderlos no son especialistas en estas áreas y una persona con intención de realizar un suicidio parece no encontrar soluciones a la mano porque no existen lugares especializados para la atención de estos padecimientos.
El tema es preocupante porque por cada persona que se suicida por lo menos 20 lo intentaron hacer, por lo que en caso de no tomar medidas importantes y no solamente paliativas vamos a ver incrementos importantes en los próximos años.
Entiendo que es una situación preocupante para los dos estados, se tiene que tener una visión metropolitana del fenómeno, al contar con casos en las regiones pero con la atención puesta a las capitales de los estados donde vistos de manera estatal los casos se agrupan en las capitales, la iniciativa no se ve venir de parte de los estados al tener el problema focalizado en otro lado, sin embargo, hemos visto casos importantes donde la iniciativa privada en la laguna , junto con los gobiernos intervienen para solucionar problemas de la sociedad en nuestra región, lo vimos con el caso del mando especial de la laguna donde empresarios y autoridades de los 2 estados se pusieron de acuerdo para encontrar soluciones en conjunto.
Se puede visualizar encontrar soluciones como acondicionar el ex hospital General de Torreón con fondos privados y apoyos estatales, de la mano de campañas de concientización y programas de gobierno orientados a la salud mental, propósito de vida y atención urgente y seguimiento de casos por parte de las instituciones.
El problema está ahí, la solución es de todos y los números son fríos, está en todos nosotros poner manos a la obra y definir estrategias en conjunto que disminuyan estas cifras que cortan la esperanza de nuestro futuro como región: los jóvenes.