La inteligencia artificial (IA) tiene un gran potencial para estimular la innovación, ayudar a las empresas a crear nuevo valor a partir de los datos,y reducir los costos comerciales. El creciente interés en los impactos económicos y sociales de la IA también ha impulsado el interés en las implicaciones comerciales de esta nueva tecnología.
Si bien el conocimiento de IA tienen el potencial de cambiar fundamentalmente el comercio y los modelos comerciales internacionales, el comercio en sí también puede ser un importante mecanismo a través del cual los países y las empresas acceden a los insumos necesarios para construir sistemas de IA, ya sea bienes, servicios, personas o datos, y a través de los cuales pueden implementar soluciones de IA a nivel mundial.
El estudio de la IA se estableció por primera vez como disciplina académica en la década de los 50s, pero siguió teniendo un interés limitado durante la mayor parte del siglo XX. Formas básicas de sistemas de IA, como conocimiento experto preprogramado existieron durante varias décadas. Sin embargo, el acelerado crecimiento del uso de la computación en los últimos 20 años, mejoró enormemente las redes de comunicación y el aumento en el volumen de datos que se recopilan, lo que ha llevado a la IA a la vanguardia de las actividades comerciales y la agenda de políticas públicas a escala mundial.
¿Por qué la IA es importante para el comercio? En su proceso de evolución, la IA tiene el potencial de mejorar el comercio de varias formas. Uno es a través de aumento en la productividad de los adoptantes de esta tecnología, que se asocia con mayores beneficios del comercio a través de las exportaciones. Sin embargo, la evidencia empírica sobre los vínculos entre IA y la productividad apenas está surgiendo.
Otro canal que contribuye a mejorar el comercio se relaciona con el potencial de la IA para permitir una mayor eficiencia de la cadena de suministros. Esto incluye una fabricación "inteligente", optimizada y automatizada; predicciones mejoradas sobre la demanda del consumidor; y una mejor toma de decisiones sobre la ubicación de producción.
La IA también tiene el potencial de ayudar con otros objetivos políticos, como la reducción de los gases de efecto invernadero. emisiones en las cadenas de suministro mediante la optimización de las operaciones logísticas. La adopción de la IA permite a las empresas reducir los costos de producción y ser más ágiles para responder a los cambios en demanda del consumidor.
Actualmente las empresas buscan brindar las mejores experiencias para sus clientes, mientras reducen costos de servicio. La pandemia situó a las empresas en un contexto inusitado, en el que tuvieron que tomar decisiones importantes para utilizar herramientas digitales para seguir operando y el crecimiento fue explosivo.
Tendencias
A estas alturas es innegable que la IA llegó para quedarse y no deja de sorprendernos. Hoy en día la más usada es ChatGPT, Inteligencia Artificial que está fascinando al sector tecnológico, un chatbot que hoy es la sensación del mundo tecnológico que puede conversar con los usuarios, dar respuesta a multitud de sus preguntas e incluso redactar todo tipo de textos de forma creativa.
Ello ha empujado para que el proceso de aprendizaje se acelere, ya que esta tecnología ha sido un parteaguas en todo tipo de industrias. Esta Área tecnológica con mayor proyección económica a corto y medio plazo, tienen un valor de mercado que podría rebasar la barrera de los 300 mil millones de dólares estadounidenses en 2025, de acuerdo con datos de Statista.
En México tan solo de febrero a junio de este año, el número de interacciones por medio chatbots aumentó a nivel nacional de 250 mil a un millón 100 mil, es decir 340%. Actualmente se realizan millones de conversaciones al día en casi todas las industrias.
La penetración de la inteligencia artificial en la vida cotidiana ha permitido ampliar al infinito la capacidad de respuesta. Sin embargo, muchos nos preguntamos ¿cómo sabe qué respuesta dar el chatbot? ¿Qué ocurre cuando ya no hay más respuestas para las preguntas que plantea el usuario? Cuando alguien pide hablar con una persona ¿qué ocurre?, ¿cómo lo soluciona el chatbot?
Los chatbots son plataformas de inteligencia artificial que son entrenadas para intuir las preguntas y dar respuestas a clientes y usuarios a través, por ejemplo, de WhatsApp. Son motores que entienden el lenguaje hablado y el texto, y están dotados de una enorme flexibilidad. Su misión es lograr interpretar la intención de la persona en cuestión de segundos.
La funcionalidad incorporada en la plataforma es el mejor ejemplo de Inteligencia Artificial trabajando en conjunto con agentes humanos. La información puede explicar productos, servicios, procedimientos y conceptos de manera que los clientes y usuarios aclarar sus dudas por completo y tener respuestas satisfactorias y definitivas.
Con la llegada del ChatGPT, las reglas del juego no cambiaron: se aceleraron. La nueva generación de chatbots son parte de la llamada inteligencia artificial generativa. Es decir, las respuestas de ese chat no surgen de consultar fuentes documentales sino de generar respuestas a partir de distintas fuentes de información. Actualmente los chatbots están cada vez más capacitados para dar respuesta generativa, interpretando el sentido de lo que quiere saber el usuario.
Los canales de comunicación son primordiales, ya que permiten conectar múltiples agentes simultáneamente, automatizar mensajes con chatbots en cualquier canal, acceder a informes de desempeño, además de obtener información clave para la toma de decisiones. Es fundamental poder ofrecer a los clientes herramientas que permitan mejorar sus rendimientos.
Gracias a este descubrimiento, se está acelerando el interés y la demanda de diversos sectores. Muchas compañías aceleraron el ritmo para poder implementarlo. Hace un año no se esperaba de un chatbox la misma naturalidad en el uso del lenguaje. Esto hace que aumente la demanda por parte de los consumidores y sea aceptada su implementación.