Tolucos, pachucos e itamitas…

  • Heterodoxia
  • José Antonio Álvarez Lima

México /

Durante cinco años, un agrupamiento político proveniente de Toluca y Pachuca, acompañado por tecnócratas egresados del ITAM, mal gobernó al país.

Los resultados están a la vista: un país destrozado.

Las finanzas públicas están quebradas. La enorme deuda y su servicio han reducido dramáticamente la inversión y el gasto, dejando una impagable carga para el futuro. El incremento al precio de los energéticos ha significado un impuesto oculto generalizado y una inflación descontrolada que lastima la vida cotidiana de millones.

La inseguridad está desbordada: homicidios, secuestros, extorsión, huachicoleo y robo con violencia azotan todos los rincones del país.

La metástasis de la corrupción corroe todas las estructuras gubernamentales. Escándalos cotidianos llenan de vergüenza la imagen del país.

Los únicos que disfrutan las mal llamadas reformas estructurales son los beneficiarios de los remates de los bienes públicos, los que reciben los réditos del gasolinazo y quienes disfrutaron manoseando, algunos meses, la educación pública y ahora matraquean en la fallida campaña del PRI.

El grupo itamita, aliado a los atlacomulcos, entregará una política exterior debilitada y sometida. Sin brújula ni dignidad. Alejada de aquella que, en horas difíciles para México, se consolidó con inteligencia y determinación. Es inconcebible la cantidad de torpezas: desde traer a Trump a Los Pinos hasta convertirse en asiduos de los sótanos de la Casa Blanca.

Al término de este mal gobierno, solo van quedando las ruinas del ridículo empeño por reconstruir, fuera de época, el presidencialismo imperial y el centralismo autoritario.

Junto a la chatarra de teleprompters y escenografías de cartón, quedarán también arrumbadas la estabilidad y la soberanía nacional.

Y ahora, adónde iremos a reclamar por este trágico fiasco.

¿A Toluca o a Pachuca?

¿A los claustros del ITAM?

¿A los medios que maquillaron la mediocridad?

¿A las oficinas del PRI, del Verde o del Panal?

Porque la regeneración de México va a costar toneladas de sudor y lágrimas.

alvalima@yahoo.com

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