Pareciera que el dramático destino de Kiev es ser destruida y tras cada muerte, renacer. En 1169 y los 1200’s, varios príncipes de “la Rus” la saquean y arruinan cuando elprimer estado ruso se desintegra. En 1240 es completamente destruida por los mongoles que masacran a sus pobladores. En 1482, bajo dominio polaco-lituano, es vuelta a destruir por los tártaros de Crimea.Lasinvasiones mongolas marcan el alma rusa, dificultan su camino a la libertad, la dictadura de Putin y sus oligarcas es la prueba.
Tras la revolución rusa de 1917, es teatro de guerra entre rusos, alemanes y polacos. Los bolcheviques la toman en la primera “batalla de Kiev”. Después la captura el ejército imperial alemán, que se retira al fin de la Primera Guerra Mundial, cuando Ucrania se proclama independiente. En la guerra civil rusa es ocupada por el Ejército Blanco, enemigo del “Ejército Rojo” soviético, que la recaptura en 1920, la pierde brevemente a los polacos, para ganarla en definitiva ese mismo año.
Los 1930’s son trágicos. El régimen estalinista provoca la “Gran Hambruna” que mata entre cinco y diez millones de ucranianos. Durante las purgas asesina a miles de intelectuales y activistas kievanos, sepultados en fosas comunes. Atenta contra su patrimonio edificado vandalizando y demoliendo múltiples edificios, entre ellos, la antigua catedral del “Domo Dorado”, reconstruida hasta 1999. La Alemania de Hitler ocupala ciudad en 1941. En la “segunda” batalla de Kiev, los rusos siembran diez mil minas que la destruyen e incendian, y es duramente bombardeada por la aviación alemana. Los nazis ejecutan a ciento cincuenta mil patriotas y judíos ucranianos en Babi Yar, en las cercanías de la ciudad. Tras su liberación, es llamada “La Heroica”.
Hoy se combate la “tercera batalla de Kiev”. La ciudad está nuevamente destruida, medio millón de sus ciudadanos han huido. Occidente celebra el “liderazgo” del presidente Zelenski por “inspirar” a sus compatriotas a resistir. ¿Debe aplaudírsele lograr una guerra más cruenta y sanguinaria? Es el héroe del momento. Que conveniente es para algunos el sacrificio de tantos. Esperemos que Kiev renazca una vez más, y que nunca vuelva a ser destruida.
José Javier Gómez Álvarez