Por redes sociales me llegó la carta que la Comunidad Americana -un grupo vecinal de la Colonia Americana-, envió a autoridades y ciudadanos. Abordan cuatro puntos que inciden, también, en otros barrios y colonias de la ciudad que luchan por mantener su habitabilidad, en una dinámica urbana que pareciera atentar contra los vecinos.
Mencionan que, “primero los habitantes”. Mantener la habitabilidad en las colonias y barrios, es decir, su calidad de vida y atractivo, debiera ser la prioridad de las políticas urbanas. Pero, pareciera que los vecinos son, en momentos, una molestia y un obstáculo para convertir a estos hábitats en meros sitios turísticos y de esparcimiento. Conocemos el resultado de ello en otras ciudades: la transformación de los barrios en parques temáticos, inhabitables.
La carta pide regular las plataformas de corta estancia, como Airbnb, por “encarecer la vivienda y desplazar a los vecinos”. Un tema escabroso que pocas autoridades han querido abordar, aún en las principales ciudades del mundo. Aunque este no es el único factor gentrificador, el exceso de desarrollos de lujo también encarece la vida en los barrios y termina por desplazar a sus moradores. Es difícil que los residentes permanentes de un barrio puedan convivir con visitantes que solo buscan diversión momentánea y fiesta.
Los vecinos solicitan la mejora de los servicios, más vigilancia policiaca, regulación de usos de suelo y control de ruido. El ruido es quizá el factor más complejo y determinante para el futuro de los barrios. No poder dormir y descansar impide vivir. A pesar de que contamos con una ley antirruido, se cumple poco. Se necesitará toda la voluntad de las autoridades, y el raciocinio de los locatarios y dueños de establecimientos, para alcanzar acuerdos, que no se vislumbran fáciles.
Por último, piden más protección del patrimonio, de las casas valiosas y el espacio público de la colonia. Esta arquitectura caracteriza a colonias como la Americana; su pérdida la convertiría en un sitio anodino más de la ciudad, como los hay tantos, en detrimento no solo de los vecinos, sino de la ciudad en su conjunto.
La Colonia Americana es punta de lanza para la defensa y preservación de las colonias y barrios centrales de la ciudad. Conservarla es protegerlos a todos, perderla ocasionaría el declive de otras colonias valiosas y atractivas de la ciudad. Un suicidio urbano que Guadalajara no puede permitirse.