Septiembre es un mes generoso con Guadalajara, y, sobre todo, con nosotros. El agobio de los calores primaverales quedó atrás. Las torrenciales lluvias veraniegas amainan, dejándonos algo de agua, de menos, no tendremos escasez los próximos meses. Y, los frescos, que no fríos, del incipiente inviernito por venir, tardarán todavía algunas semanas en apersonarse.
La ciudad a toda marcha, frenesí urbano en pleno, regreso a clases. Familias en carrera vertiginosa, la muy tapatía costumbre, generacional, de acudir a las grandes escuelas -los Ciencias, Cervantes, Francos o Mercedarias y muchos otros-, instituciones en toda la grandeza de la palabra. Fidelidad que se cobra la factura en el caos matutino, en una metrópoli cada vez más desbordada. Cierto que, en otras ciudades, las escuelas son barriales, toca la más cercana al domicilio, a las que se camina y punto. Aunque, no pueda “sustentarlo” urbanísticamente, me identifico, pese a todo, con el sistema nuestro.
Mes patrio, griterío lejano, luces de bengala y banderitas tricolor, ¿para qué nos harían creer que la guerra fratricida que iniciara en 1810, primera de tantas, fue de “independencia”, por más que su deriva accidental nos hiciera país? ¿En qué momento peleamos contra gachupines de los que cecean?, los ejércitos realistas -no españoles-, gentes de esta tierra, mexicanos, vaya, aunque ni ellos mismos lo supieran. Batalla que persiste, más de doscientos años después, aunque por motivos distintos, que al final son los mismos. Artificial y artificiosa historia nacional, cuan sesgada y falsa. ¿Por ello la repetimos en un círculo vicioso, sin fin?
A ratos, septiembre replica los vientos vivificantes de febrero. Las copas de los árboles verdean, cargadas de juventud. Nubarrones orgullosos levantan en cielos purificados, y, algunas tardes, ciertas iluminaciones incandescentes se encienden fugaces, dramatizando los finales del día. Las noches, acogedoras, aunque sin demasiadas estrellas, ¿las esconderá alguna nubosidad extraviada? Septiembre espléndido, paraíso estacional que se aposenta en esta ciudad por segunda ocasión del año, aunque sea por algunos días pasajeros.