El equipo Santos Laguna transita por un momento delicado del torneo porque una victoria, dos empates y dos derrotas lo pusieron en una situación delicada en el torneo Clausura 2020.
Y el juego del próximo domingo es determinante en el estado de ánimo de un equipo que tiene como prioridad ganar.
Ya se siente la presión y la incomodidad que causa tener una victoria en los últimos ocho juegos del torneo de Liga Mx, incluida la liguilla.
En el partido frente a Puebla se pudo palpar que no ganar genera presión y errores, que no se pagaron más caros debido al parche de un metro cuadrado del pasto en el manchón penal del estadio Cuauhtémoc.
La necesidad le llama a la urgencia para el duelo del próximo domingo en el TSM frente al acérrimo rival, Tigres, con el cual se exhibieron de manera clara y contundente los problemas defensivos que presenta la escuadra dirigida por Guillermo Almada.
La goleada felina sobre los albiverdes en la fecha 13 del torneo anterior cimbró por primera vez la imbatibilidad guerrera y adelantó lo que se sufrió en liguilla ante Rayados.
Tigres fue el primer equipo que desactivó la presión alta santista y exhibió las carencias de la parte defensiva.
Los dirigidos por Ricardo Ferretti estuvieron cómodos en aquel juego, paseando la pelota por todo el campo y regodeándose con los goles.
Santos Laguna se pone un reto de alto grado de dificultad para salir de la crisis de resultados en que se metió en este torneo, vencer a Tigres, difícil pero no imposible.
Los regios tampoco han tenido su mejor inicio de campeonato y apenas la jornada anterior encontró un paliativo con el triunfo sobre Chivas.
Ambos equipos siguen casi con los mismos planteles, sistemas de juego y exigencias que hace cinco meses, y también tienen en común la presión de mejorar sus resultados.
Ambos tienen mucho que ganar y mucho que perder en función del resultado.