Palabra fundamental en cualquier deporte y que Santos Laguna disfrutó el pasado domingo con valor doble por imponerse al gran rival, Tigres.
Valor agregado al triunfo, que las dos anotaciones hayan sido del sampetrino Eduardo Aguirre.
Que un lagunero marque goles con la escuadra albiverde es un sentimiento agradable dentro de un equipo que cuenta con los dedos de la mano a los futbolistas de nuestra región que han tenido éxito en la escuadra local.
La victoria era urgente y necesaria, tal vez este haya sido el factor fundamental por el que Guillermo Almada decidió sentar a Eryc Castillo y poner de inicio a Carlos Orrantia.
Se le reconoce al técnico uruguayo que ha cedido ante las decisiones incorrectas que tomó en las primeras fechas cuando sentó a Hugo Rodríguez y mandó a la tribuna a Orrantia como castigo por el mal juego en Guadalupe, Nuevo León en la liguilla pasada.
La legión ecuatoriana de Ayrton Preciado, Félix Torres y Eryc Castillo, la cual Almada promovió e intentó imponer en el once titular o como primera opción de cambio, no estuvo en el once titular del pasado domingo y mostró un mejor funcionamiento frente a Tigres.
El triunfo del pasado domingo dio 72 horas de tranquilidad ya que salió la presión que se vivió la semana pasada tras los empates con Pumas y Rayados en el TSM en liga y copa respectivamente, además de la forma en que se dejó escapar el triunfo en Puebla.
Se notaba en las declaraciones que la incomodidad de no ganar estaba generando malestar y vencer a Tigres cambió, por el momento, el estado de ánimo.
Este miércoles se tiene la oportunidad de consolidar los ánimos positivos de la afición eliminando a Rayados en la Copa Mx.
Sin ser el torneo que marque la norma en el semestre, enfrentar al otro equipo regiomontano en una eliminatoria, vuelve a poner sobre la mesa los estados de ánimo de los aficionados.
El valor de la eliminatoria de cuartos de final de Copa Mx para Santos Laguna es el rival, Rayados, por lo que, para los seguidores albiverdes, hoy es fundamental dejar fuera a La Pandilla sea por el método que sea, ganando el juego en tiempo reglamentario o serie de tiros penales.