Con la compra de la red social Twitter por parte del millonario Elon Musk, en 44.000 millones dólares, se esperan cambios que beneficien a las legiones de usuarios, y a los que cada día se suman por la versatilidad que ofrece a través de sus 280 caracteres, aunque para sus críticos es poco en comparación con otros servicios.
No obstante, la brevedad de los textos es lo que permite tener acceso a la información, el entretenimiento, lo que se vuelve tendencia, y los temas que generan fuertes polémicas. Si algo hemos aprendido de Twitter es que se trata de un sitio donde todo puede suceder, y donde todo tiene cabida.
Hace apenas cinco años cuando el pajarillo azul iba a la baja, resurgió de manera contundente gracias a la participación del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien se volvió famoso por sus mensajes escritos en las primeras horas de la madrugada, mismos que repercutían en la opinión pública. Algunos a favor y otros en contra, sin importar el idioma.
La libertad de expresión es algo que ha definido esta red en particular, y que por lo mismo se ha confundido con el libertinaje que tiene como protagonista al insulto en todas sus presentaciones. Una opinión, un simple comentario puede dar por resultado una respuesta llena de odio y resentimientos. Algunos participantes que no lo soportan restringen sus cuentas, o de plano las cancelan.
Y fuera de todo lo anterior, también ha servido como generador de denuncias. De esta manera autoridades gubernamentales se enteran de lo que sucede con los funcionarios que no hacen su trabajo. Resulta increíble que solo cuando una queja se vuelve viral al presentar fotos y videos como pruebas fehacientes, es cuando se les presta atención a los involucrados.
Y así como hay aciertos que benefician a la sociedad, también está el aspecto negativo, como cuando se organizan bloques de ataque para denostar a quienes consideran que es el enemigo o los enemigos por vencer. Cada tuit puede ser un sendero alfombrado de pétalos de rosas o un campo minado.
Entre los avances de esta Nueva Era de Twitter, Elon Musk ha dicho que mantendrá la libertad de expresión, que habrá mayor número de caracteres, los cuales podrán editarse, algo que ayudará a que los mensajes sean más claros. Asimismo, promete desaparecer las cuentas falsas —los llamados bots—, que tanto daño mediático producen, sobre todo en el terreno de la política.
No más cuentas falsas, sostiene el empresario; lo que se trata es que las opiniones y los mensajes provengan de cuentas con personas reales. Solo con el tiempo sabremos si esto funciona. Todo sea por mejorar.
José Luis Vivar