Rentabilidad real. El proyecto del Nuevo Bernabéu, que remodeló el antiguo Bernabéu, que a su vez sustituyó el primer Bernabéu construido por el viejo Don Santiago con dinero de los abonados, explica la filosofía del Real Madrid: capaz de levantarse, crecer y expandirse sin moverse un centímetro de su historia. Empezado durante la pandemia, en plena crisis económica y con detalles por finalizar, el estadio enseña un enorme poderío financiero, pero sobre todo la planeación estratégica de su último presidente: el Madrid de Florentino Pérez es probablemente la organización deportiva más rentable del mundo.
Unión, trabajo y espíritu. A ese lujoso estadio ubicado en uno de los barrios señoriales y con mayor plusvalía de Madrid, se metió un equipo que, en plena época de inversiones y fichajes millonarios, representa el modelo opuesto en este negocio: el 1.FC Unión Berlín, un Club autogestionado de arriba abajo por sus aficionados, es el símbolo de lo que podríamos llamar la nueva vieja guardia del futbol profesional. Los “unionistas”, que definen a su equipo como un caballero de hierro y corazón valiente, han sido capaces de trabajar 140 mil horas durante un año para reconstruir su estadio con sus propias manos, donar sangre para fondearlo y buscar patrocinadores para mantener vivo lo que ellos consideran el verdadero espíritu del juego.
Inversión principal. Lejos de Madrid y Berlín, pero cerca del mercado europeo, el príncipe Saudí, Mohammed bin Salman, reconoció que le importan un duro las acusaciones de blanqueo de imagen a través de operaciones millonarias en el deporte como la compra del Newcastle, la creación del circuito LIV Golf y la inversión principal de mil millones de euros para desarrollar su Liga de futbol con jugadores como Cristiano, Benzemá, Kanté o Neymar. “Mientras incremente 1% del PIB de mi país, seguiré blanqueando nuestra imagen”; palabra de príncipe.