Sexto sentido. Daniela Gaxiola, Jessica Salazar y Yuli Verdugo subieron a una bicicleta en el velódromo de Milton, en Ontario, Canadá, y al bajarse de ella habían roto el tiempo: cada vez que una ciclista cambia la velocidad, recuperamos la esperanza en el deporte mexicano. La espectacularidad de la prueba, la belleza de la bicicleta y la fortaleza de estas tres Campeonas Mundiales, es una prueba más de la cantidad de deportes y deportistas a las que desaprovechamos los medios deportivos perdiendo el tiempo en pendejadas. Muy lejos de ahí, en Antalya, Turquía, Alejandra Valencia, Aída Román y Ángela Ruiz confirman la teoría dando en la diana durante la Copa del Mundo de tiro con arco ganando la medalla de oro. En menos de 48 horas 6 mujeres mexicanas rescataron nuestras ilusiones dándole un sexto sentido a los Juegos Olímpicos de París.
La Plaza y el Estadio. Me escapé al “Villamelón” con mi hermano Juan Pablo, un clásico, la taquería y mi hermano. No iba desde que “La México” era “La México” y no el esqueleto de pasiones en el que la están convirtiendo arrumbando rencillas, contradicciones y capitales políticos en su arena; pero no he venido a escribir de ella sino de él: el Estadio Azulgrana, como vuelven a llamar al más civil de los estadios, un estadio colonial. Y precisamente caminando por las calles de una colonia donde la plaza muere y la cancha revive, iban los atlantistas a darle alma al viejo Ciudad de los Deportes. Pacíficos, familiares y dicharacheros, los aficionados del Atlante son auténticos viajeros en el tiempo, capaces de convertir un domingo de abril del año 2023 a las cinco de la tarde, en un viejo y cálido domingo de futbol.
Rescatista. Ovacionado por la grada al finalizar el partido contra el Getafe, Javier Aguirre volvió a rescatar un equipo más en su carrera: décimo en la tabla con cuarenta puntos, el Mallorca está salvado. En el mundo del futbol hay más equipos con los problemas y carencias del Mallorca que con los éxitos y recursos del Real Madrid. Lo que no hay, son muchos entrenadores como el Vasco, hechos a la medida de las crisis. Aguirre nunca dirigirá al Madrid, pero con tantos equipos como el Mallorca, trabajo nunca le va a faltar.