Los países miembros del bloque de los Brics, conformada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, realizarán su cumbre la próxima semana en Sudáfrica y mucho se había rumorado sobre nuestra posible integración a esa alianza.
Pues bien, la semana pasada, AMLO no solo desmintió este rumor, sino que tajantemente declaró que México buscará reforzar su alianza hacia el norte con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC y parece ser una excelente decisión por el momento, tomando en cuenta que Estados Unidos trae profundas diferencias en los planos político y comercial con China y Rusia, dos de los integrantes de esta alianza y ello le está generando áreas de oportunidad a nuestro país vía el “nearshoring” y su posicionamiento comercial.
Esta decisión está dentro de la lógica económica y comercial ya que históricamente, hemos tenido una integración plena hacia América del Norte, particularmente con Estados Unidos.
Cierto es que existen diferencias profundas con los gringos en temas migratorios, tráfico de drogas y armas, como cierto es que en la parte comercial ocho de cada 10 dólares que exportamos van a tierras del Tío Sam, con quien tenemos una balanza comercial superavitaria fortalecida desde que nació el Tlcan, al igual que con Canadá, misma que supera los 170 mil millones de dólares anuales.
En cambio, nuestros saldos comerciales en los últimos cinco años con los Brics reportan en todos los casos una balanza deficitaria con cada país integrante y de manera escandalosa con China que supera los 70 mil millones de dólares anuales.
La decisión ha sido la correcta, pero no debemos descuidar la relación México-Brics porque, a futuro, suena prometedora.
De momento no debemos tener dos amores ya que es muy complicado besar en dos bocas...