Por ser un corte de caja del año, permítame ser reflexivo. No solo en el recuento de todo lo que nos pasó y aprendimos, sino también de lo vivido, lo sufrido y lo ganado. Cuando creemos que un año fue difícil, suele llegar la sorpresa del siguiente. Y ante la costumbre de enumerar propósitos para el año venidero, permítame buscar lo menos por lo más.
Menos aprensión. Liberarnos de las preocupaciones y exageraciones que nos hacen sufrir por la incertidumbre. Vivir con temor es vivir en un estado permanente de desgaste.
Menos ambición desmedida. Sí, aunque incomode a quienes buscan llenarnos de metas materialistas. Ambicionar no es lo mismo que aspirar. La ambición obsesiona con conseguir, cueste lo que cueste, una satisfacción inmediata, sin valorar los detalles que realmente nos hacen felices ni el camino recorrido para alcanzarlos.
Menos explosividad. Relajar nuestras reacciones ante la discusión para convertirnos en el equilibrio y el apagafuegos en el momento oportuno. Esto reduce el estrés y minimiza consecuencias innecesarias.
Menos apatía y menos indiferencia. Demostrar cariño, admiración y solidaridad a quienes nos rodean para no dejar deudas sentimentales. Escuchar, comprender y reconocer al otro genera la empatía que tanto falta en lo social.
Menos contaminación. En todos los ámbitos, personales y ambientales, ser conscientes de que nuestras palabras y nuestros actos tienen una repercusión directa en la salud de nuestras relaciones y de nuestro entorno. Contaminamos por naturaleza; hagámoslo lo menos posible.
Correr menos. La carrera que vale la pena ganar es maratónica, de resistencia. Caminar más nos permite disfrutar el trayecto, los paisajes y, sobre todo, lo más valioso que compartimos: el tiempo. Aprovechar mejor los segundos que, convertidos en minutos, se multiplican en abrazos reconfortantes.
En una tendencia voraz, olvidamos que la competencia diaria es con uno mismo. La humildad de aprender de los altibajos, nos abre la puerta a la sabiduría.
Hacer menos puede darnos más vida, más equilibrio y más felicidad cada día: un día único e irrepetible. Salud por un 2026 de menos por más.