En el arranque del sexenio pasado, fue común escuchar al funcionariado de la primera línea que, en sus primeros acuerdos con Francisco García Cabeza de Vaca, estaba presente Roberto Gil Zuarth, como alguna vez lo comentaron allegados a la secretaria de Salud, Gloria Molina Gamboa.
También fue común toparse en los restaurantes de la capital tamaulipeca o en Palacio de Gobierno a Salvador Vega Casillas quien, junto con Gil Zuarth, formaron parte del grupo de senadores amigos de Cabeza de Vaca, al igual que Javier Lozano Alarcón, Luis Fernando Salazar Fernández, Jorge Lavalle Maury y Ernesto Cordero Arroyo.
Incluso, en sus primeros informes de gobierno, Cabeza de Vaca presumía su asistencia al mencionar a cada uno de ellos por su nombre.
Cofradía política a la que se agrega Maximiliano Cortázar Lara, ex vocero del gobierno de Cabeza de Vaca (2021), cargo que ahora ocupa en la campaña de Xóchitl Gálvez Ruiz.
Varios de ellos aparecen en el padrón de proveedores del gobierno cabecista, como Vega Casillas (“Estrategob”, p.147, 2019), Lozano Alarcón (2020, p.33) y el despacho “Accuracy Legal and Consulting”, ligado a Gil Zuarth (2020, p.6 y 2021, p.32) en donde el ex secretario técnico de la Mesa Directiva senatorial en tiempos de Roberto presidiéndola, Carlos Alberto Lezama Fernández del Campo, aparece como representante legal.
Pues bien, este clan de políticos panistas calderonistas se han incorporado al Cuarto de Guerra de Santiago Taboada Cortina, candidato del PAN-PRI-PRD, a la jefatura de la Ciudad de México.
Una decisión de cálculo político elemental, pues saben que Gálvez Ruiz no ganará la elección presidencial, mientras que Taboada Cortina tiene chance de quedarse con el segundo Poder Ejecutivo más importante del país.
Importancia que se refleja en el presupuesto de egresos de la CdMx, que en 2024 asciende a 267 mil 965 millones de pesos, y en la cobertura mediática que recibe la persona que la gobierna.
Si con Xóchitl no ven futuro, con Taboada la cofradía de Cabeza de Vaca le apuesta a la captura de la Presidencia en 2030, aprovechando el escaparate nacional y los recursos multimillonarios de la CdMx.
Así lo intentaron fallidamente desde la gubernatura tamaulipeca.