Egregio Héctor, Libertatis Defensor

Ciudad de México /

Aquí conviene traer a colación la figura de Héctor Enrique Arróniz Padilla quien ha sabido cantar a aquella mítica piedra fundacional de nuestra ciudad, que luego se ha convertido en estatua o monumento sin dejar de lado “el pájaro que habla, el árbol que canta y el agua de siete colores que sube al cielo” (Alfonso Reyes, Dilucidaciones casuísticas) o bien, el feroz león que nos tutela y nos presenta ante los demás pobladores para hacer, simbólica y debidamente, León. 

Esta “transmutación de la materia en espíritu, una especie de “arribismo cósmico”, tan plausible, en suma, como todos los arribismos, a quienes corresponde la renovación de las sociedades naturales. La materia tiene derecho a superarse, pero no a rebajarse; lo mismo que el espíritu. (...) La piedra puede existir según leyes armónicas, y cristalizar en combinaciones de belleza”. (Alfonso Reyes, Dilucidaciones casuísticas).

No por nada nuestro homenajeado afirma que “cuando llega un amigo a nosotros y muestra su sinceridad, debemos tomar ese regalo de la vida, sin que sea requisito antigüedad como derecho. La verdadera amistad, es lo más preciado y más grande que puede poseer la humanidad”, porque, “un nuevo amigo es el que le da un giro a nuestra vida”, pues, “llega por una mera casualidad ese obsequio de la existencia”, y, “debemos de tomarlo con gratitud y corresponder”.

En dicha correspondencia estamos con él ya que su persona y por su quehacer cotidiano, está a la altura de las circunstancias actuales porque cumple con su misión con plenitud ayudando a resolver la crisis que padece el hombre de nuestros días. Su sentido humanístico está vertido en su obra escrita como también en su labor profesional siempre involucrado en servir a sus semejantes mejorando con su trabajo y su ejemplo a la sociedad. (Juan José Arreola,  La palabra educación, “Los jóvenes”, SEP-Setentas, 1973, p. 96).

Así pues, amigos, en este convite estamos los que «Hacemos León» de otra manera, a través de libro y la lectura, homenajeando a este hombre de letras Héctor Arróniz adscrito a la pléyade literaria del Bajío que además ostenta una conocida personalidad literaria distinta a los que “andan en trabajo”, es decir, los quejosos, éstos y aquéllos que se mantienen por la industria de los insultos y de las becas.

Cabría, entonces concluir este apartado con el siguiente Epigrama:

Egregio Héctor, defensor de la Libertad pensador de palabras generosas en tus libros las vidas muy honrosas asoman honor y gloria a la civdad.

Los pobres no abatidos gozan felicidad y los otros vivos adoran el olvido, pues al ser mansos pierden integridad baste con ver la historia que han vivido: ni dulzura, ni fluidez, ni entusiasmo,  menos civdadanía... ¡burdo cosmopolitismo!

Juan Carlos Porras*

*Poeta Leonés. Editor fundador del Grupo Ochocientos y actual Director del Centro de Investigación y Estudios Literarios de León.

  • Juan Carlos Porras
  • Editor fundador de Grupo Ochocientos y actual director del Centro de Investigación y Estudios Literarios de León (CIEL-LEÓN).
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