Billy Joel regresa para decir adiós

  • Columna de Juan Carlos Villanueva
  • Juan Carlos Villanueva

Ciudad de México /
El Madison Square Garden ha sido su gran sede. (Especial)

“La vida es una serie de saludos y despedidas. Me temo que es hora de despedirse de nuevo”, canta un nostálgico Billy Joel en “Say Goodbye to Hollywood”, esa canción que escribió en 1976 cuando abandonaba Los Ángeles —su hogar por tres años— justo antes de regresar a su natal Nueva York. Estas líneas solo pudieron haber brotado de la inspiración de un hombre que conoce sobre las cicatrices en los ojos de tantos adioses y, como lo ha advertido, tocará su piano por última vez este 6 de marzo ante más de 60 mil espectadores en el Foro Sol de la Ciudad de México.

Billy Joel, el último gran crooner, es un sentimental que por casi 50 años ha escrito y cantado las canciones más entrañables de nostalgia, historias amorosas y encuentros fortuitos. Desde 1993 no ha editado un nuevo disco con material pop inédito, pero eso no le ha impedido abarrotar el Madison Square Garden de Nueva York durante los últimos cinco años y registrar llenos en estadios de beisbol por todo Estados Unidos durante cada verano. “He subido al escenario y les he dicho: ‘No tengo nada nuevo para ustedes, así que vamos a tocar la vieja mierda’”, dijo Joel al periodista Andy Greene para la revista Rolling Stone en mayo de 2019. Y entonces, en medio del bullicio y el frenesí de miles de espectadores, se cuestiona: “‘¿Qué demonios están haciendo todos aquí? ¿Por qué ahora?’ Supongo que, en cierto modo, soy un anacronismo. No quedan muchos de mí. Hay algo extraño en eso, lo cual le da valor”.

70 años de vida han dejado rastro en Joel: un viejo gordo, como él mismo se proclama sin enfado, es padre de tres hijas y ha sido protagonista de una vida amorosa repleta de colapsos. “Nadie de esa gente gritando en un recinto te conoce de verdad”, confiesa Joel a Fred Schruers, autor de su biografía. “Solo necesitas una persona —de entre millones— que te conozca y te acepte como eres”. Y esa ha sido su búsqueda a lo largo de cuatro matrimonios, que ya sea por su propensa infidelidad, su alcoholismo o una compleja personalidad —como lo reconoce en el libro Billy Joel: The Definitive Biography—, le ha sido imposible sostener una vida familiar estable.

Romántico recalcitrante, Joel generó una dependencia obsesiva hacia las mujeres. A los 21 años intentó suicidarse en un par de ocasiones después del lanzamiento de su primer disco Attila y tras una aventura tormentosa con Elizabeth Weber, quien se convertiría en su primera esposa; primero intentó envenenarse y semanas después se empinó una botella con líquido para limpiar muebles. “Fui suicida ... Supuse que el mundo no necesitaba otro músico fallido. Te tomas tan en serio, tienes la cabeza tan arriba de tu trasero que no puedes ver claramente”, confesó Joel a la revista Details en 2008.

Pero algo que salva a Joel de todo naufragio es su pasión por la música clásica: su disco de 2001 Fantasies & Delusions, una colección de solos de piano “a la manera de Beethoven y el siglo XIX”, como dijo el músico para la revista Billboard, es parte de su devoción. En 1983, Joel tomó prestada la melodía del segundo movimiento de la sonata “Pathetique” de Beethoven para el coro de “This Night” de su álbum An Innocent Man de 1983. “Me referiría a Beethoven como Dios”, dice en una entrevista. “Todo lo que escribió es perfecto. No puedo nombrar todas las 40 sinfonías de Mozart, pero puedo decirte cada detalle sobre las nueve sinfonías de Beethoven. Sus cuartetos, sus conciertos, sus sonatas, todo es perfecto. He tenido copias de sus manuscritos originales, y en muchos de ellos puedes ver cómo borra pasajes enormes. Puedes darte cuenta como se detiene y vuelve a empezar. Mozart fue como un atleta talentoso, nació para ello. Cada paso fue simplemente elegante y hermoso, pero Beethoven fue muy humano, y escucho eso en su música, y por eso lo adoro”.

Billy Joel se presentó en México en marzo de 1991. En aquel entonces fueron cuatro fechas, las noches del 19, 20, 23 y 24 quedaron registradas en la memoria colectiva como parte de los primeros conciertos internacionales en el Palacio de los Deportes. Antes estuvieron INXS, Los Lobos y Bob Dylan, pero Joel siempre será la primera vez para muchos, luego regresó en 2007. El ganador de seis Grammy, el “Piano Man” como se le apoda, regresa a nuestro país este viernes 6 de marzo, casi 30 años después, porque Joel sabe que es hora de despedirse otra vez.

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