Hace un más de cuarenta años en el país se vivía un verdadero momento de euforia política y cultural. Los setenta, en muchos aspectos, transformaron el pensamiento de los jóvenes.
En ese contexto se editó el primer número de la revista Dosfilos. Digamos que ha sido una aventura que creció y creció con el tiempo. Su nombre —Dosfilos— alude a dos inquietudes que desde el inicio tuvo su director: la literatura y la política.
Sí alguien me pregunta ahora cuál es el primer recuerdo que conservo de ese tiempo lo relaciono de inmediato con el ruido de los linotipos de la imprenta donde se formaron los primeros números y la incursión a la corrección de galeras.
Sí tuvimos una militancia política, ésta se extendió a lo cultural: un compromiso social, otra manera de entender el fenómeno literario, una sana distancia de un proyecto cultural independiente con la cultura oficial.
En el mapa hemerográfico de la literatura mexicana aparece Dosfilos entre las más perseverantes e independiente del S.XX, gracias al apoyo de los amigos y la tesonería de José de Jesús Sampedro, su director.
En esa época participamos en un encuentro de revistas literarias independientes. Ahí estuvieron presentes los representantes de una gran cantidad de registros. De todas ellas sólo Dosfilos se mantiene activa.
Curiosamente me tocó conocer y asesorar una tesis que tocaba el tema de las revistas literarias en México. En una panorámica más amplia, un investigador y cronista que había recopilado el registro de las revistas de principios de siglo a los años 50 del S. XX, afirmaba que se trataba de una tarea difícil porque era común que apareciera un número y a los tres desapareciera. De los años cincuenta en adelante el registro es pobre, muy pobre.
Una revista como Dosfilos ha desafiado muchos obstáculos, incluyendo a la demagógica postura de la cultura oficial. Dosfilos ha sido también un fiel reflejo de las transformaciones políticas y sociales. Recuerdo por ejemplo, que a mediados de los setenta se formaron los talleres literarios del INBA. Sí revisamos las páginas de Dosfilos encontraremos a casi todos los miembros de esos talleres. Aprendimos mucho de Dosfilos.
Una concepción surrealista de la literatura y de la vida. La propuesta de los antipsiquiatras, el rock, la poesía y la contracultura. Y como dijo su director en una entrevista: Dosfilos es Hippie y viene lo mejor. Lo mejor.
@Coleoptero55