Hoy se inauguran los Juegos Olímpicos de París 2024, la XXXIII edición de la era moderna.
Este evento, siempre lleno de emoción y expectativas, llega este año en medio de un contexto geopolítico sumamente complicado.
Hace cuatro años, en Tokio, la pandemia transformó por completo los Juegos.
Celebrados sin público y con retrasos, no fueron lo que todos esperábamos.
En esta edición, las tensiones geopolíticas están en el centro de atención. La Guerra en Ucrania ha llevado al veto de Rusia y Bielorrusia, impidiendo su participación.
Además, en Medio Oriente, las acciones militares de Israel hacia Gaza han generado fuertes críticas internacionales.
El tema más grave es el genocidio que el gobierno israelí está llevando a cabo contra el pueblo gazatí en Gaza, Palestina.
Esto plantea una pregunta importante: ¿Debería el Comité Olímpico Internacional (COI) haber prohibido la participación de Israel en los Juegos?
¿Es el COI un organismo políticamente neutral?
Algunos argumentan que el COI debe mantenerse al margen de la política. Sin embargo, la historia muestra lo contrario.
Sudáfrica fue excluida durante el Apartheid; Yugoslavia en 1992; Afganistán en 2000 por las acciones del régimen talibán; Irak en 2004, y ahora Rusia y Bielorrusia por la invasión a Ucrania.
En algunos casos, los deportistas pueden participar bajo una bandera neutral.
¿No debería haber ocurrido lo mismo con Israel? Siguiendo los precedentes, Israel debería haber sido excluido.
Israel ha provocado la muerte de más de 37,000 personas, la mayoría mujeres e infantes. Además, el 85% de la población en Gaza, que ronda los dos millones de personas, ha sido desplazada internamente.
Las muertes silenciosas por enfermedades están aumentando.
La poliomielitis y la hepatitis A ya están presentes en la población. Según la OMS, más de 14,000 personas necesitan ser evacuadas de manera urgente para recibir tratamiento médico.
Todo esto no impidió que Israel participara en los Juegos Olímpicos. Su himno se entonará en las competencias, similar a cómo el himno nazi se entonaba en los campos de concentración. Todo por la doble moral del COI.
Cabe destacar que la delegación israelí incluye a militares que han participado activamente en el conflicto en Gaza.
Por ejemplo, Peter Paltchik, quien abanderará a su país en la inauguración y ha sido fotografiado firmando misiles que luego fueron disparados contra Gaza, asesinando a miles de mujeres, niños y niñas.
Los atletas palestinos, que compiten en condiciones de extrema adversidad, recibirán sin duda el mayor de los elogios.
Ellos y ellas desean comunicar al mundo que existen y que desean seguir existiendo, incluso en medio de la ocupación, el apartheid y el genocidio.
Invito a mis lectores y lectoras a disfrutar de estos Juegos Olímpicos con una perspectiva crítica, evitando caer en el juego de los intereses económicos y financieros que buscan silenciar el genocidio del pueblo palestino.
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