Se los dijimos: Agua Saludable no es confiable

Laguna /

Hace tres años, desde ProDeNazas, iniciamos una lucha política y jurídica para proteger el cañón de Fernández ante la intención del gobierno federal de instalar una planta potabilizadora del proyecto Agua Saludable en el corazón de esta área protegida. 

Esta acción violaba legislaciones locales, estatales, federales e internacionales.

Nuestra postura ha sido clara desde el principio: no estamos en contra de que el gobierno cumpla con su obligación constitucional de proveer agua potable a la población. 

Sin embargo, nos opusimos a que se ignoraran las causas reales del problema y se optara por un proyecto insostenible.

Confiar en el agua superficial para abastecer a la población es arriesgado, especialmente en el contexto de la crisis climática. 

No hay garantía de que haya suficiente volumen de agua para estos fines.

El tiempo nos ha dado la razón. Hace unos días, la Comisión Nacional del Agua informó que los niveles de agua de las presas Francisco Zarco y Lázaro Cárdenas están muy bajos, con un 35% y 28% de capacidad, respectivamente. Estas cifras son alarmantes.

Desde Prodefensa del Nazas, insistimos en que la solución no era una planta potabilizadora. 

Dijimos que era un error potabilizar dos mil metros cúbicos de agua cuando el 90% se desperdiciaría en retretes y fugas del sistema de distribución. 

El agua potabilizada del grifo se usaría principalmente para actividades como bañarse, trapear, lavar ropa, trastes y regar plantas, y solo un pequeño porcentaje para consumo humano.

También criticamos la falta de consideración del cambio climático. 

Es una locura asegurar un porcentaje de almacenamiento en las presas y garantizar el consumo humano de agua dependiendo de las lluvias. 

Esto solo exacerba la desigualdad hídrica en la región. Mientras algunos pueden pagar por agua potable, otros dependerán de las lluvias.

La sequía no solo provocará escasez de agua para consumo humano, sino también múltiples conflictos entre la población. Ya hemos visto cómo la gente cierra calles y presenta amparos.

La atención debe enfocarse en las causas reales del problema. Es crucial que las autoridades federales regulen el robo de agua en la Laguna. 

Necesitamos un programa emergente de casas de agua en las zonas periféricas donde la crisis del hidroarsenicismo es más grave. 

Además, es vital implementar un plan para restablecer el acuífero y que el río vuelva a fluir por la zona metropolitana.

Consideramos que, la solución no es potabilizar agua del río; es abordar de manera integral un problema que lleva décadas afectando a nuestra región. 

Repito: "la potabilizadora no es la solución".

Hace unos días, se inauguró una casa del agua en la región, sumando ya tres en total. 

Además, en la Suprema Corte está en proceso el cumplimiento de un amparo para restablecer el acuífero de la Comarca.

La esperanza de un mundo mejor está en la organización comunitaria para resolver problemas comunes.

  • Juan José Rojas Torres
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