Vladimir Putin, presidente ruso, amenaza al mundo. En 2008 invadió Georgia. Brutal hoy a Ucrania. Pretexta “desmilitarización”: “La expansión de la OTAN y el desarrollo militar del territorio de Ucrania por esa Alianza es inaceptable para Rusia”, dice. Y que Ucrania y Rusia conforman “un solo pueblo”(Hitler lo dijo de Austria-donde nació- y Alemania). En 2013, orilló al entonces presidente de Ucrania a frenar la firma de su asociación a la Unión Europea, lo que indignó a ucranianos, y vino represión (más de 100 muertos). En 2014 se anexó la península de Crimea. Apoya a separatistas en 2 regiones de Ucrania, que la comunidad internacional no acepta. Amenaza a Finlandia y Suecia si ingresan a la OTAN. Lo apoyan dictaduras y ¡Trump! Convertir a Ucrania en satélite de Rusia no es comparable con la OTAN, una libre alianza para la seguridad de países democráticos de Europa y Norteamérica. En 2016 se metió en las elecciones de EU, manipulando redes sociales en contra de H. Clinton, y a favor de Trump. Su espionaje y guerra digital es multidireccional. Hoy inventa agresiones para accionar amenaza nuclear.
Putin-como AMLO-es rencoroso, vengativo, con idea de la historia retorcida. Se sabe fue abandonado por sus padres biológicos. Actúa muy solo, y sin contrapesos. Al caer el muro de Berlín era agente secreto de la KGB en Alemania del este. Se alió con el sucesor de Gorbachov, Boris Yeltsin, quien le entregó la presidencia en 1999. Añora al pasado imperial soviético. Reformó la constitución para seguir hasta 2036.Asesina y envenena a periodistas, activistas, rivales. Admirado por populistas de izquierda (Maduro) y derecha (Trump).
Los 27 países de la Unión Europea sancionan a Putin y a miembros de su oligarquía, congelando todos sus bienes en Europa, para deshacer entramado del régimen corrupto. Castigan a bancos, empresas de defensa y de la industria aeroespacial, constructoras, aerolíneas rusas, que perderán acceso a mercados europeos, a tecnología y componentes básicos para su desarrollo, por control de exportaciones desde Europa. En lo deportivo, igual. México condenó en el Consejo de Seguridad de la ONU a Putin, exigiendo cese al fuego, impulsado por EU, lo que vetó Rusia. La solidaridad de los pueblos impide ser espectadores ante Ucrania.
H. Kissinger plantea:“Ucrania debe funcionar como puente entre Este y Oeste”. Fue parte de Rusia, siglos. Tiene una historia compleja, una composición políglota; el occidente habla ucraniano, y es católico; el este, ruso y ortodoxo. Con políticos facciosos, los más. “Se debe buscar la reconciliación, no el predominio de una facción”, concluye. AMLO no entiende de retos y amenazas de la nueva realidad geopolítica mundial. Los EU ya no serán tan permisivos acá. Los países interdependen de hecho, para bien o para mal, para la supervivencia o la muerte. Este dato fundamenta el grave deber moral y jurídico de ser internacionalmente solidarios para el bien, la supervivencia y el progreso. El bien común del género humano es valor determinante y razón de ser de la vida internacional. Nos falta una autoridad mundial, capaz de imponer eficazmente decisiones para el bien común de la humanidad, que sigue expuesta a actuaciones abusivas unilaterales de los Atila, Hitler o Stalin de hoy. No obstante, hay cauces legales para reclamar y resolver cualquier conflicto. “La conciencia de la especie debe tener prioridad sobre la conciencia de clase y sobre la conciencia nacional” (A, Peccei). Solidarios con ucranianos de pie o asesinados allá, y con mexicanos acá.
Juan Miguel Alcántara