Hay muchas palabras en nuestro idioma que vienen en pares. Así ha pasado con muchos adjetivos, verbos y sustantivos que, por el uso caprichoso y por ir quedando algunas en el desuso, se empiezan a agrupar en mancuernas para poder existir, donde una de ellas solo se entiende en función de la otra, como sucedió con personajes como Pomponio y Kíkaro, Pituka y Petaka, Dolce & Gabanna o Francisco y Madero.
Tórrido romance. Todos hemos oído esta expresión que describe una relación amorosa intensa, fogosa, abrasadora, tórrida pues. Ahora traten de separar la palabra tórrido y usarla para otro sustantivo. ¿Ah verdad? Por alguna razón hemos decidido que solo los romances son tórridos, adjetivo que significa caluroso o ardiente. Hay pocas cosas tan ardientes como la arena del Sahara, pero hablar de un desierto tórrido no se escucha nada bien, mucho menos decirlo de un plato de sopa.
- Pedrito, empieza ya a comer la sopa que ni siquiera las has probado.
- Es que estoy esperando que se le quite lo tórrida, mamá.
Cometer un delito. Cuando alguien infringe la ley decimos que cometió un delito, no que lo realizó o lo efectuó. Cometer es el verbo que le da ese carácter malicioso ya que significa incurrir en una falta o culpa. Hay quienes le va tan mal en sus vida de pareja que confiesan haber cometido matrimonio.
Yo propondría un nuevo verbo para definir la acción contraria a cometer, y es: cosacar. Esta palabra se usaría para definir cuando pagas tu culpa o enmiendas tu error. Cometes una tontería y luego cosacas la pata.
Contraer nupcias. Es otro caso de palabras que van juntas, que son como compañeras de vida, medias naranjas, casi como los que han contraído nupcias. Es curioso pero las nupcias siempre se contraen, como si fuera una enfermedad, una deuda o se hicieran chiquitas,.
- Pobre Pepe, no pudo contraer nupcias porque contrajo hepatitis y terminó contrayendo tantas deudas que se le contrajeron sus ahorros.
Fruncir el ceño. Cuando nos referimos a hacer una expresión con el ceño, también llamado entrecejo, siempre decimos que se frunce. Desde luego que no es la única parte del cuerpo que fruncimos. Hay otras que se caracterizan por su capacidad de fruncirse a la menor provocación. Tienen en común que se enjutan con cierta autonomía y al menor estímulo, como un susto, un coraje y hasta por un tosido o un estornudo aquello queda como cochinilla enroscada.
Chica despampanante. Esta frase hace alusión a una mujer que por sus atributos deja atónitos a quienes la ven. Pero ¿alguien sabe de algo más a lo que se le atribuya el adjetivo despampanante? Si no existe ninguna otra cosa en el mundo que sea merecedor de este calificativo, entonces da igual si la chica es muy guapa o es fea como la chikungunya. Por lo tanto, dicho lo anterior, mujeres del mundo, todas ustedes pueden considerarse despampanantes.
Allende las fronteras. Además de ser el apellido de un héroe de la Independencia de México, Ignacio Allende, y por esa razón usarse como nombre de decenas de miles de calles en todas las ciudades, poblaciones, rancherías y brechas de nuestro país, allende significa “más allá de”. Pero su uso se limita a ponerla junto al complemento “las fronteras” y nada más. ¿Por qué no lo usamos para cosas más normales y cercanas?
- ¿Sabe usted donde está la calle Allende?
- Está allende esta calle.
- ¿Allende esta calle? Esta calle no es Allende, por eso le pregunto.
- Y yo le contesto que la calle Allende está allende esta calle.
Por eso no se usa esa palabra en otras formas.
Hoy occiso. Esta pareja es como la Bonnie and Clyde de nuestros tiempos: no puede faltar en las páginas de la nota roja. No sé la razón pero cuando en la noticia se habla del hombre que fue asesinado, siempre se usa el término “hoy occiso”, habiendo tan variadas y dignas formas de llamarle al fallecido como: víctima mortal, finado, cadáver, despojo, momia, bulto, alimento para gusanos o pedazo de fiambre.
Papando moscas. Así decimos de alguien que está distraído, haciendo algo que no debería estar haciendo en ese momento, como cuando estás en el semáforo esperando el verde que ya se puso hace horas y tú sigues parado, cantando Despacito a todo pulmón. Papar significa comer, pero en nuestro hablar cotidiano nunca papamos alimentos normales como frutas o carnes; siempre papamos moscas, como si fuéramos ranas de charco.
-Pedrito, deja de papar moscas y papa. Papá no papará su papa, así que papa la papa de papá.
Traducción:
Pedrito, concéntrate y come. Tu padre no comerá su tubérculo, así que come tú el tubérculo de papi.
Podríamos recopilar cientos de ejemplos como estos pero no tenemos más que una columna. Solo mencionaré unos cuantos más para terminar:
- Desternillar de risa
- Lluvia torrencial
- Espacio sideral
- Blonda cabellera
- Altura de miras
- Fin del comunicado
- Muchas gracias
- Saludos cordiales
- Graciosa huida
Humorista, redactor, locutor, actor y cantante o Miembro fundador del ensamble de humor musical Radiopatías. @jmportillo