Es indispensable tener un sistema financiero estable y sano; sin él, es imposible el correcto funcionamiento de la economía. Al problema de tres bancos estadunidenses —Silicon Valley, Signature y First Republic— se suma Credit Suisse.
En México vendió su negocio de banca privada y liquidó a sus empleados desde el año pasado. La situación de algunos bancos se teme que parezca una repetición de lo ocurrido en 2008. Yo no lo creo. Cada una de estas entidades tiene una situación particular para sus problemas. No es como en la crisis hipotecaria, donde todos padecían del mismo mal. Todos habían abusado de otorgar créditos de manera irresponsable y tenían en la panza bonos de hipotecas que no valían nada. Hasta el momento, ningún banco grande de EU ha presentado problemas estructurales que preocupen al gobierno federal.
Al rescate de First Republic ya salieron los grandes bancos inyectándole liquidez, y el Banco Central Europeo por Credit Suisse; además, UBS anunció que va a adquirir a este último por 3.2 billones de dólares. Aún puede haber ruido y bancos medianos o pequeños que presenten una delicada y particular situación.
Mañana la Fed tomará la decisión de política monetaria. Se ha especulado mucho que con estas preocupaciones no se pueda subir la tasa y amortiguar la crisis de confianza; sin embargo, pienso que debe apegarse a su mandato y, si la inflación es el principal enemigo a vencer, puede y debe subir la tasa 0.25%. No hacerlo puede interpretarse como una situación de mucha preocupación y de que aún hay más bancos con problemas. Si decide hacer una pausa y no subir, el mensaje tiene que ser tan claro como para no alarmar. Hoy hay 65% de posibilidades de que la tasa suba un cuarto de punto.
La semana pasada, el BCE subió 0.50% la tasa, para ubicarla en 3.5%, a pesar de la delicada situación con el banco suizo. El mensaje posterior a la decisión siguió siendo de preocupación pese a que en la mayoría de la zona euro la inflación ha cedido.
Esta semana también conoceremos la inflación de la primera quincena de marzo en México; se prevé una trayectoria descendente. También conoceremos la inflación en Reino Unido.
Además de la Fed, esta semana hay decisión de política monetaria en Turquía e Inglaterra. Todos deben subir, excepto Turquía, que se espera deje la tasa en 8.5%.
El tipo de cambio opera entre 18.75 y 19.15 pesos por dólar, una depreciación que obedece a la reciente crisis de confianza en el sector financiero y que impacta a las monedas emergentes. Además, es un nivel más adecuado y cómodo para el funcionamiento de nuestra economía, que es una potencia exportadora y un receptor importante de dólares. Los mercados siguen sin mostrar un rumbo definido y no será así hasta que la inflación lo permita. Hay muchas oportunidades y la posibilidad de generar un extraordinario rendimiento a mediano y largo plazo, ya que los precios de muchas empresas hoy son muy atractivos.