Después de haber visto una actuación protagónica de los bancos centrales durante más de un año y medio, esperemos que el fin de la pesadilla inflacionaria haya terminado. Los aumentos recurrentes a la tasa de interés en hasta un punto porcentual en algunos países fueron una medicina necesaria, pero muy dolorosa y costosa para la economía.
Los efectos altas tasas impactan más a personas y empresas que no pueden mantener un ciclo largo de financiamiento bancario caro, así como a consumidores que en otras condiciones más favorables pidieron hipotecas o créditos para financiar la adquisición de autos o enseres domésticos. El objetivo es desincentivar el crédito y el consumo para bajar la inflación.
La consecuencia natural es una fuerte desaceleración económica y, de darse algunas condiciones, hasta una recesión. Esto último está por verse, porque a la fecha ha sido solo una desaceleración y hay señales buenas de que la recesión o crisis es poco probable.
Esperemos que sea el fin del ciclo y que la inflación no vuelva a sorprender al alza, obligando a algunos países a subir sus tasas. La semana pasada fue buena porque la inflación en México y EU siguió a la baja. Esto dio margen para que los bancos centrales no modificaran las tasas y decidieran poner pausa a la tendencia alcista. Ahora la pregunta es cuánto tiempo viviremos con tasas altas y cuándo comienza el ciclo de baja.
Este es un gran momento para construir portafolios conservadores y beneficiarse de altas tasas, invertir a plazo y garantizar una tasa de retorno por arriba de la inflación y aprovechar antes de que bajen las tasas. También es una buena oportunidad para los más agresivos, que pueden aprovechar el tipo de cambio abajo de 18 pesos por dólar y comprar acciones que puedan seguir recuperando su valor. El rendimiento que se puede obtener por esa combinación es incluso más atractivo que 11%.
Esta semana será muy importante conocer las minutas de la Fed, un acuerdo entre republicanos y demócratas para incrementar el techo de la deuda (un evento político que provoca incertidumbre, pero que creo que se llegará a un acuerdo incluso de último minuto), pues, de no darse, vendrá una turbulencia importante e incertidumbre algunos días, donde tendrán que cerrar dependencias de gobierno al no poder pagar sueldos e incluso no cubrir vencimientos de deuda, es decir, hacer un default sobre los bonos del Tesoro. El límite para un acuerdo es el 1 de junio. Además, se publicará la inflación de la primera quincena de mayo en México, donde se espera una trayectoria descendente.
Recomiendo a quienes compraron dólares más caros no venderlos y esperar mejores circunstancias mientras están invertidos. Si no en el corto plazo, sí en algún punto de 2024, deberá llegarse a una paridad más cercana a 20 pesos por dólar. El próximo año habrá elecciones presidenciales en México y en EU y el diferencial de la tasa entre ambos se hará más pequeño para entonces. Al tiempo.