Casi todos los bancos centrales han tenido que actuar de forma decidida contra la inflación. Han subido la tasa sin tentarse el corazón, y en muchos países llega a niveles no vistos en cuatro décadas. Las minutas de muchos de ellos dejan ver que aún hay preocupación y que los aumentos van a seguir. Lo que el mercado especula es que serán tres incrementos más y de menor proporción, es decir de 0.25%.
Esto quiere decir que la tasa en Estados Unidos puede llegar a 5.25% y en México a 11.75%; sin embargo, no se descarta algún aumento de 0.50% que pueda ubicarlas en 5.50 y 12%, respectivamente.
Tener el costo del dinero tan alto es una medicina adecuada para combatir la inflación; sin embargo, hasta ahora no ha probado ser altamente eficaz. Lo que esto sugiere es que vienen más aumentos y que la tasa seguirá alta por un tiempo mayor al estimado. Muchos pronósticos de economistas sugerían que se podían empezar a ver bajas a fin de año, pero creo que ese escenario de momento está descartado.
Es un hecho que la batalla contra la inflación se tiene que ganar. Debe buscarse la forma de regresar a las metas establecidas por los bancos centrales, lo que puede suceder hasta 2024 o 2025. Hoy sabemos que no hay atajos, y que tanta impresión de dinero en el mundo trajo esta terrible consecuencia. El camino será largo y complicado y el sector productivo de la economía será el que más lo resentirá.
Pedir préstamos a estos niveles de tasa complica la rentabilidad de los negocios, lo que trae como consecuencia que los bancos se vuelvan más selectivos al analizar a los posibles sujetos de crédito. Hoy la principal encomienda de los bancos centrales es bajar la inflación sin matar la economía. En mi opinión, el gran reto que tendrá Banco de México es determinar cuándo desacoplarse de los movimientos de la Fed y dejar de ser seguidor de su política monetaria. Es cierto que mucho dependerá de los datos de inflación en cada país. En algún momento, esa diferencia (que hoy es de 6.5%) puede hacerse más pequeña, lo que permitirá ver una depreciación del peso que no resultará preocupante en lo absoluto. Sabemos que incluso arriba de $20 todos los sectores de la economía pueden seguir operando bien y de manera ordenada.
Esta semana destaca porque habrá mucha información económica en México, China, Europa y Estados Unidos. Sin tener un evento de especial importancia, el conjunto de información servirá de guía para los mercados. En EU destacan intervenciones de miembros de la Fed, confianza al consumidor e indicadores de manufactura y servicios; en Europa, las minutas del Banco Central Europeo, inflación en Alemania y también la actividad económica de servicios y manufacturas. En México, además de actividad en servicios y manufacturas, resalta la cifra de remesas recibidas en enero.
Además, esta semana veremos si el mercado puede reaccionar y abrir un nuevo mes con comportamiento positivo. Confío que en algún punto del año así será. Lo que tiene que ocurrir es que la inflación ceda y que la recesión no sea profunda. Sigo pensando que un escenario probable para 2023 es en el que habrá un menor crecimiento económico, pero donde los mercados podrán tener cierta recuperación.
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