La Reserva Federal de Estados Unidos nos sorprendió y bajó su tasa de interés de referencia 0.50 por ciento. Comentábamos la semana pasada que esto podía ser un mensaje negativo y que solo un buen discurso en la conferencia de prensa posterior podía calmar al mercado. Y así lo hizo Jerome Powell, presidente de la Fed.
El día del anuncio los mercados bajaron porque interpretaron que detrás de la baja había cierto miedo a que un movimiento de esa magnitud pudiera deberse al presagio de una desaceleración profunda o, incluso, una recesión; sin embargo, el discurso fue muy bien emitido y, claro, el día siguiente, e incluso los días posteriores, la calma y los incrementos en los mercados predominaron.
En resumen, la Reserva Federal bajó la tasa 0.50 por ciento porque considera que la trayectoria de la inflación se lo permite, la economía sigue sana y resiliente y anunció una baja adicional de 0.50 por ciento, que seguro llevará a cabo en dos reuniones posteriores, para bajar 0.25 por ciento en cada una.
Ahora le toca al Banco de México. Seguro veremos una baja de 0.25 por ciento, para dejar la tasa de interés de referencia en 10.50 por ciento. No descartemos un recorte de 0.50 por ciento, pues en lo que le resta al año hay espacio para verla bajar hasta ubicarse en 10 por ciento o, incluso, en 9.75 por ciento.
Y es que además en esta semana conoceremos la inflación de la primera quincena de septiembre. Es muy probable que el dato sea favorable. Esta será la última decisión de política monetaria de este gobierno que concluye su sexenio. No veo presiones u obstáculos para no bajar y creo que la reacción del tipo de cambio será mínima, y más después del recorte en Estados Unidos.
Llama la atención que Brasil haya tenido que subir las tasas y no haya sido el único banco que tuviera que revertir la política monetaria. Ello se debió a que en ese país la inflación regresó con fuerza. Esto demuestra que la lucha contra este impuesto universal no ha concluido. Además de Banco de México, deciden Australia, Suiza, Suecia, República Checa y Hungría.
Preocupa el ámbito geopolítico. La tensión entre Israel y Palestina ha subido de tono. Esta situación se puede complicar aún más.
La próxima semana tendremos nueva presidenta en México. Habrá que monitorear la agenda y las primeras acciones del gobierno entrante.