Estados Unidos ha sido históricamente el refugio más seguro de activos, dinero y reservas de bancos centrales del mundo. En las peores crisis, el refugio ha sido el dólar y, particularmente, los bonos del Tesoro, que tienen respaldo del gobierno federal. En la escala de riesgo —que todo tiene—, el treasury es considerado lo menos riesgoso, o bien, lo más seguro.
Esto es evidente incluso en las crisis causadas por el propio EU, por ejemplo, la crisis hipotecaria de 2008, que también provocó que todos buscaran dólares y bonos estadunidenses, no obstante que estaba literalmente quebrado el país y todos sus sectores.
En los últimos años, nuestro vecino ha tenido la suerte de ser el “menos peor”. Ante la falta de alternativas, todos prefieren refugiarse en el dólar. El euro, desde que inició la Unión Europea, ha sido volátil. Unir a tantas economías tan diversas, ha tenido sus retos y complicaciones. Unos lo quieren más fuerte, otros lo esperarían más débil y, con tantas dificultades en el camino, pues ha sido volátil y, de pronto, hasta miedo ha dado. Basta con recordar el brexit, el caso de Grecia, las amenazas de gobiernos de ultraderecha para abandonar la zona euro, etc.
La moneda china no es global y tampoco es lo suficientemente líquida, aunado a que el gobierno mantiene una “paridad artificial” y no flota de manera libre según la oferta y la demanda. A China no parece interesarle, de momento, ser esa moneda de referencia.
Últimamente, Estados Unidos ha abusado de esa hegemonía y, ante tanta dificultad impuesta por su gobierno, la gente ha empezado a considerar otros activos. De ahí que el dólar hoy esté barato y devaluado. El oro, el euro, las criptomonedas y otros activos se han fortalecido. ¿Es el fin de esta hegemonía? No lo creo, pero EU está recibiendo una lección: ante la falta de certeza, hay otras alternativas. Estoy seguro de que el gobierno ya se dio cuenta. Los estadunidense no se pueden dar el lujo de que el mundo entero los deje de financiar ante un déficit muy grande. Creo que están a tiempo de corregir y bajarle a la arrogancia.
Esta semana se reúne la Reserva Federal. No se esperan cambios en la tasa de referencia, pero sí se espera con mucha atención el discurso de Jerome Powell.
En México destaca la publicación de la inflación para acabar de entender qué hará Banxico en su próxima reunión. Si todo sale en línea, seguro volverá a bajar la tasa de interés 0.50 por ciento.