Solo con personajes controvertidos que iniciaron guerras se había visto algo así: una sola persona cuyo poder le permite destruir tanto en tan poco tiempo, sin tener certidumbre de hasta dónde puede llegar.
Resulta que actualmente la persona más poderosa del mundo está utilizando mal su poder y está arrastrando al mundo entero hacia una posible recesión y crisis global. Qué innecesario es destruir para amenazar, intimidar y tratar de sacar provecho, según sea en cada caso, de las negociaciones a su conveniencia.
Por más que leo, me informo y busco incluso en el mundo maquiavélico una explicación más allá para entender este desastre, no la encuentro. Hoy el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto al mundo entero en su contra. Difícilmente podrá dar marcha atrás sin consecuencias a esta guerra de impuestos que comenzó.
Parece que el mandatario quiere bajar las tasas, debilitar al dólar y atraer inversiones. Las tasas no bajarán si los impuestos suben los precios y, por ende, la inflación. El dólar se convierte en moneda de refugio cuando proliferan el caos y la crisis. Ahora se ha fortalecido, no debilitado.
Al ser hoy un enemigo con estas tácticas hostiles y generando este ambiente tan incierto, nadie quiere invertir en Estados Unidos.
Mientras todo esto ocurre, sigo pensando que esta es una gran época de oportunidades para los que pueden comprar y arriesgar. Los que empezaron hace poco van perdiendo, pero sin duda se van a recuperar. Y los que ya llevan tiempo en el mercado simplemente bajaron sus utilidades; sin embargo, de ninguna manera han perdido.
Hoy el mejor aliado y amigo de Donald Trump tiene una empresa que ya vale la mitad de lo que valía en junio del año pasado: la armadora de autos eléctricos Tesla.
Ahora el mayor reto para esa empresa es deslindarse de estas acciones y del residente estadunidense, porque la intención de compra de esos vehículos ha caído de manera dramática y, mientras tanto, un gigante asiático se la va a seguir devorando: Build Your Dreams (BYD).
Es corta la agenda económica fuera de este tema. Hoy todo está centrado en cómo Europa, Asia y, en particular, China siguen respondiendo a estas hostilidades por parte del gobierno que encabeza Donald Trump.